Los vecinos o las personas que paseen por la zona costera de Campelo y Lourido habrán podido comprobar cómo, desde hace varios días, las obras de construcción de la primera fase de la senda de Campelo permanecen sin actividad aparente.

A principios del 2018, el Concello puso en marcha la primera fase de una obra cuya finalidad es unir el puerto de Campelo con la playa y la construida Senda da Ostreira.

El proyecto total fue sacado a licitación en agosto del pasado año por un importe total de 400.000 euros que proceden de la Diputación de Pontevedra. Finalmente, la primera de las dos fases se adjudicó por 200.000 euros. Pero ahora, esta cantidad es insuficiente.

Fuentes municipales han asegurado a FARO que actualmente el proyecto se encuentra paralizado debido a "cuestiones de trámite y legalidad". Esta parálisis se debe al trabajo de los técnicos y contratistas, ya que "tal y como estaba redactado el proyecto, el coste se disparaba encima de la arena y los muros".

Este desfase presupuestario se debe a que en su momento, se hizo un mal cálculo y ahora, una vez la obra ha comenzado, aparecieron "zonas sin roca y con fango" con las que en principio no se contaba. "Es necesario un muero de cementación mucho más grande y la partida que había era demasiado pequeña para eso", destacan estas mismas fuentes.

Por todo ello, el proyecto volvió a pasar de nuevo por la Xunta de Gobierno Local hace escasos días. Este organismo dio el visto bueno, pero ahora deberá ser el contratista quien acepte, antes de pasar el plan, de nuevo, a la Diputación. Si las noticias fueran positivas, el ejecutivo provincial podría volver a dar luz verde al proyecto en tres semanas o un mes. Sin embargo, en el caso de que el contratista eche para atrás el proyecto, Poio se metería en "un problema".

Después del verano

De este modo, los retrasos en estos trabajos harán que de ninguna manera la obra esté lista antes del inicio inminente del verano. Los albores del período estival era la época que el gobierno local manejaba como plazo para poder contar con esta primera fase de la senda de Campelo. De este modo, se pretendía dejar la zona más acondicionada en unas fechas en el que el número de usuarios aumenta notablemente por la presencia de la playa y la condescendencia de la meteorología.