Ana Escudero es la supervisora de la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, del Hospital Montecelo, así como la enfermera coordinadora de la Oficina de Coordinación de Trasplantes. Ayer participó en la jornada de celebración del Día Internacional de la Enfermería (12 de mayo.), que tuvo lugar en el área sanitaria de Pontevedra y que se centró en la donación de órganos.

-¿Qué significa para una enfermera la celebración de una fecha como esta?

-Yo, personalmente, tengo un recuerdo muy especial, ya que en ese día cogí la plaza, es una celebración doble. Para nosotras el Día de la Enfermería es todos los días, porque tenemos que estar a pie de cama, al trabajar en la UCI. Son cuidados muy importantes y fundamentales. Hay muy buen equipo en esta unidad.

-En la UCI la cercanía las familias será todavía mayor que en otras unidades...

-Al ser una unidad de críticos, la atención y apoyo a la familia en momentos complicados es parte fundamental de nuestro trabajo. Es una de nuestras funciones primordiales. Tiene que ser una enfermería muy capacitada y con una formación específica. El control de un paciente crítico es una responsabilidad muy grande y necesita una serie de conocimientos y trabajo que requiere unos meses de tiempo. El año pasado hicimos un curso. Va a ser publicado y es muy solicitado. Este año intentaremos volver a impartirlo ya que está destinado a personal de UCI y Reanimación. También vienen profesionales de otras áreas sanitarias, como la de O Salnés. El próximo año nos gustaría hacer uno para auxiliares de clínica.

-¿Cuántas enfermeras son en la UCI?

-Somos 21 conmigo, además, hay 12 auxiliares de enfermería y un celador de mañana y otro de tarde.

-¿Suficiente personal?

-Eso siempre depende de la carga de trabajo que haya en la unidad. En ocasiones, igual que pasa en otras plantas, como durante los picos de la gripe, nos quedamos cortos. Además, con toda la tecnología contamos con más aparatos, que es una mejora y nos facilita trabajo pero también nos lo da a mayores.

-¿Y en la oficina de trasplantes? ¿Cuántas son?

-Somos dos compañeras en la coordinación. Cuando hay un posible donante estamos pendientes para que en el momento en que fallezca, y siempre que la familia acepte la donación, comienza nuestra labor. Tenemos un equipo de Quirófano al que tenemos que avisar para que realice la extracción. La clave está en el mantenimiento del donante; tiene que ser aquí en la UCI, atendido por el personal médico y de enfermería. Nosotras coordinamos todo, incluso el apoyo a la familia, que es súper importante.

-¿Cómo es la relación profesional entre enfermeras y médicos?

-Buena en general.

-¿Son su mano derecha?

-Es que sin nosotras ellos no podrían hacer su trabajo. Somos parte importante. Por mucho que haya una orden médica, si no se realiza, a través nuestra... La enfermería es la base de todo un procedimiento en todo el hospital. Libera mucho el cuidado de un paciente.

-¿Y los pacientes confían?

-Aquí en la UCI, donde estamos a pie de cama, más aún. La familia nos ve, estamos pendientes. Somos más cercanas. Al final, aunque el médico les dé información, la familia siempre te va a preguntar a ti. Es muy importante esa relación médico-enfermera porque nosotras también tenemos que saber qué se le dice a los familiares. Nosotras respondemos en un lenguaje de enfermería, no podemos dar el diagnóstico médico. Ahora, por ejemplo, estamos intentando humanizar la UCI para que puedan visitar a sus familiares de forma más flexible.

-¿Cuáles son las reivindicaciones de las enfermeras en el área sanitaria?

-Este año pasado hubo mucha carga de trabajo, aunque hay que reconocer que en el caso de la UCI se reforzó. Tuvimos muchísimos ingresos e incluso estuvieron en otras unidades, como la de Despertar.