Rafael Bugallo Piñeiro, alias "Felo" y "O Mulo", y otros 16 imputados en la denominada Operación Visillo por tratar de introducir en Galicia un alijo de 1.245 kilos de cocaína procedente de Sudamérica, se sientan desde ayer en el banquillo de la Audiencia de Pontevedra. Se enfrentan a penas de 24 años de prisión para O Mulo y 19 años y medio para los otros 16 procesados.

En el inicio de la vista -que se prolongará durante al menos cinco días-, diez de los acusados han reconocido los hechos (nueve de ellos tripulantes de la embarcación Coral I en la que se transportaba la droga), con el objetivo de lograr una reducción de la condena. Los restantes imputados no admitieron los hechos.

En esta primera sesión del juicio, las defensas han solicitado la suspensión del proceso basándose en la nulidad de un auto que recoge unas escuchas realizadas durante la investigación, principalmente la efectuada en una furgoneta en la que la Policía introdujo un micrófono. También pide la nulidad de unas nuevas pruebas policiales aportadas por parte de la Fiscalía en el inicio de la vista.

En esta primera sesión, el fiscal ha asumido que la "sonorización" de la furgoneta pudo ser incorrecta según la doctrina del Tribunal Constitucional, si bien esta actuación no invalida el auto en el que se recogen esta y otras pruebas, porque incluye otras escuchas realizadas correctamente.

El fiscal argumentó que estamos ante un procedimiento largo y complicado, que no contó con "un único medio de investigación" sino que el proceso se ha nutrido de "muy distintos medios" al margen de la "sonorización" de la furgoneta puesta en cuestión por las defensas.

Nuevas pruebas

También defendió las nuevas pruebas aportadas porque no suponen indefensión para los acusados y porque no son una actuación "sorpresiva" para las defensas, que las conocen antes de que comience el juicio.

La detención de los acusados se produjo en la víspera de Reyes de 2015. La droga debía ser recogida por una potente lanzadera de 2.000 CV "disfrazada" de pesquero con estructuras de cartón piedra, como el utilizado en los decorados.

De los 17 procesados que se sientan en el banquillo de la Sección Segunda de la Audiencia de Pontevedra, solo 3 se encuentran actualmente en libertad. El resto está condenado por causas anteriores.

De hecho, el tribunal encargado de juzgar a estos 17 procesados es el mismo que el pasado enero condenó a O Mulo a 8 años y 9 meses de prisión, junto con otros 13 integrantes de su banda, por la introducción de casi cuatro toneladas de cocaína en el verano de 2008. El caso se recuerda porque miles de turistas vieron arder en la playa de A Lanzada una gran planeadora varada en la arena, a la que prendieron fuego los propios narcos que también llenaron el mar de fardos de cocaína. Entonces Felo confesó y relató el papel de cada uno en su organización. En el registro de su domicilio con ocasión de la Operación Visillo, en 2015, se encontró un manuscrito suyo confesando la fallida operación anterior de lancha de A Lanzada.

Algunas de las defensas de los supuestos integrantes de esta banda han tratado de llegar a un acuerdo de reducción de pena con la Fiscalía, dado que sus defendidos reconocen los hechos, pero el acuerdo se ha complicado porque los restantes acusados no admiten la autoría.