El Concello cerró el primer trimestre del año con un periodo medio de pago a sus proveedores de 7,48 días de retraso desde que comienza a correr el plazo legal de un mes que establece el Ministerio de Hacienda, según consta en el último informe al respecto sobre morosidad municipal. Este tiempo de espera supone una mejoría con respecto a la media de todo el año 2017, que se situó en 16 días, según la fórmula ministerial.

En todo caso, el Concello realiza los cálculos mediante otro sistema y añade un mes a cada una de las cifras, de modo que en este primer trimestre "se tardó solo 27,48 días en pagar una factura desde que entra por Registro hasta que se abona", según indicó ayer el concejal de Facenda, Raimundo González Carballo. Según esta fórmula municipal, el plazo autorizado por Hacienda es de sesenta días.

Dos mil recibos

Entre enero y marzo, el Concello pagó algo más de dos mil facturas, que suman un importe de doce millones de euros, 11,8 de ellos directamente de la administración municipal y el resto de sus dos organismos autónomos, Turismo de Pontevedra y el Pazo da Cultura. Estas cantidades sitúan a este periodo como el primer trimestre de toda la serie con más actividad pagadora, ya que en 2017 fueron 10,8 millones en esos tres meses y poco más de nueve en el primer trimestre de 2016.

Este asunto será dado a conocer el próximo viernes al resto de la corporación en el pleno municipal.