La presidenta de la Diputación de Pontevedra, Carmela Silva, acompañada del diputado de Medio Ambiente, Juan González, firmó esta mañana con Juan Miguel Acuña, secretario general de la Federación Gallega de Medio Ambiente (FEGAMA), un convenio de colaboración por valor de 36.000 euros para realizar un estudio, difundir información y asesorar sobre el impacto del cambio climático en el sector vitivinícola de la provincia de Pontevedra.

Carmela Silva destacó que el sector primario es un sector fundamental para la provincia y que "somos muy conscientes de que el cambio climático está afectando ya en gran medida al sector vitivinícola, desde el punto de vista ambiental, pero también social y económico". Sobre este sector, Silva puso en valor la importancia que tiene para el desarrollo económico de la provincia ya que "contamos con 184 bodegas que generan 7.600 empleos directos estables y 5.200 de carácter eventual, lo que supone el 7% de los empleos directos en los ayuntamientos en los que se asienta la DO Rías Baixas y que se eleva al 12% en épocas de vendimia siendo especialmente gran su incidnencia en O Salnés, donde se concentra más del 60% de la producción anual de uva y el 70% de las bodegas de la denominación".

Según aseguró la presidenta de la Diputación, "el clima es un factor determinante de la calidad de la cosecha y de la productividad del viñedo y por eso precisamos analizar las variaciones en las condiciones climáticas para poder impulsar estrategias y procesos que eviten al máximo posible las consecuencias sobre nuestras vides, y más teniendo en cuenta que vivimos en un mercado cada vez más globalizado y demandante de calidad". En este contexto, el convenio de colaboración entre la Diputación de Pontevedra y FEGAMA pretende "realizar una diagnosis de la situación del sector vitivinícola en la provincia, determinando los factores climáticos que afectan a la viticultura", informó Carmela Silva.

A través del convenio se va a realizar un trabajo de campo mediante mecanismos de participación de profesionales, productores y expertos del sector, así como definir estrategias de adaptación al cambio climático en la viticultura y organizar tres jornadas técnicas informativas en los ayuntamientos de Cambados, Meaño y As Neves, donde a las personas asistentes se les entregará un manual con las conclusiones obtenidas del estudio y trípticos informativos. También se va a prestar un servicio de asesoramiento mixto, es decir, presencial o a distancia, donde se informará a las personas interesadas de las medidas de adaptación y mitigación a implantar para hacer frente al cambio climático en el sector.

Por su parte, el secretario general de FEGAMA, Juan Miguel Acuña, destacó la importancia de este convenio "para crear una herramienta que atribuirte conocimiento en cuanto al impacto del cambio climático en el sector vitivinícola y pueda servir para la toma de decisiones relacionadas con el incluso".

Acuña explicó que ya existe una base sobre la que trabajar como es un estudio previo sobre la incidencia de los nuevos modelos climáticos tanto en la DO de O Ribeiro como en las Rías Baixas. Una de las conclusiones de este estudio preliminar y sobre las que tendrán que profundizar indica que, en lo que respecta a la vid en las Rías Baixas los nuevos valores climáticos, por el momento, están teniendo un impacto "óptimo" que significa que se podría incluso aumentar el terreno que se cultiva la vid de Rias Baixas y es posible que pueda brindar la oportunidad también de plantar "más variedades de cepas". Con todo, advierte de que de "si sigue aumentando la temperatura" esta situación cambiaría y el vino acabaría "perdiendo calidad", por lo que considera necesario tomar medidas preventivas.