No es invierno y ya no hay gripe, pero el servicio de Urgencias de Montecelo no pasa por su mejor momento esta semana. Desde el pasado lunes, cuando se comenzó a incrementar de forma preocupante la afluencia de pacientes, los trabajadores de la sanidad pública han recibido en el hospital pontevedrés a una media de 170 pacientes. Esta cifra hay que tomarla en consideración en base a las instalaciones y equipo profesional del servicio, que cifra en 130 enfermos como máximo los que se pueden atender en un solo día. Es decir, que esta semana han tenido que asumir un 30 por ciento más de los recomendables.

Obviamente, no es la cantidad de pacientes más elevada que han llegado a este servicio, ya que durante los picos de la gripe se han llegado a alcanzar los 200.

En esta ocasión, al igual que en anteriores, la mayoría son pacientes añosos, los más numerosos en el área sanitaria. "Nosotros, en base a los casos que estamos viendo, lo achacamos a que ha salido el sol de repente y el cambio de clima ha sido tan grande que eso ha descompensado a los mayores, que son los que más sufren problemas respiratorios. También a las personas alérgicas al polen. Son reacciones fuertes que requieren de atención médica", explican desde el sindicato de enfermería Satse.

"La media de edad del paciente que está acudiendo al servicio es muy mayor", confirma, asimismo, el colectivo de trabajadores Prosagal, que apunta que también se han incrementado el número de ingresos.

También desde la gerencia del Complexo Hospitalario se reconoció que "la afluencia de pacientes en Urgencias en la mañana (por la de ayer jueves) fue elevada, pero que non está habiendo retrasos en la atención a los pacientes". "Están siendo atendidos por orden de prioridad", indicó.

Sin embargo, ni los trabajadores ni los sindicatos comparten la cuestión referida a la espera. De hecho, se han dado casos de pacientes que ayer por la tarde llevaban aguardando a ser ingresados desde la noche del martes. Lo hacían desde la sala de recuperación de Urgencias. En esta área los pacientes quedan a la espera de mejoría siempre en camillas, ya que es un espacio en el que no hay cabida para camas.

Asimismo, los trabajadores se muestran preocupados por los pacientes de más edad. "Hay casos de enfermos de más de 80 años que llevan 22 horas en una camilla".

Para evitar que el número de enfermos a la espera se siga incrementando, se ha recurrido a la sanidad privada. "Hay gente pendiente de ingresar desde ayer y se ha enviado a gente al Hospital Domínguez que aceptó ir", informan desde Prosagal.

Por su parte, Satse matiza que "en realidad no se trata de una cuestión de personal, sino de que el servicio de Urgencias de Montecelo es el que es y por eso en el futuro hospital público se va a potenciar y ampliar".

"No hay espacio para más pacientes y los tiempos hay que cumplirlos. El lunes empezó el problema, pero el martes y el miércoles empeoró", indican desde el sindicato de enfermeras.

En este sentido, aclaran que hay que diferenciar entre emergencias y urgencias. "La emergencia no tiene espera nunca, mientras que la urgencia, si no se desestabiliza, puede esperar. Es cierto que a veces esperan más de lo que nos gustaría a nosotros", añaden.

Las reivindicaciones de los profesionales de la salud para el Gran Montecelo pasan por una mayor capacidad y por un número de camas de observación adecuado. Son las que se destinan a pacientes que se espera que mejoren en un plazo de 24 horas. "Deberíamos contar con al menos una veintena", aseguran.