Hace bastante tiempo que las gasolineras iniciaron su éxodo irremediable del centro al extrarradio de las ciudades, por las buenas o por las malas, como consecuencia natural e inexorable de los cambios operados, tanto urbanísticos como sociales.

El legendario garaje Costa Giráldez albergó durante muchos años la gasolinera por excelencia de Pontevedra y está a punto de cumplirse un año de su total desmantelamiento. Ahora la gasolinera de O Burgo ocupa la referencia más inmediata de este servicio a la ciudad (con permiso de Carrefour), pero su fecha de caducidad se extingue en apenas cien días.

Repsol acaba de confirmar a FARO su intención de solicitar una prórroga de esa concesión en zona marítimo-terrestre ante la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, después de mantener hasta ahora una ambigüedad calculada sobre su interés legítimo.

La potente empresa petrolera conoció, desde el primer momento, la puesta en marcha de un proyecto de peatonalización y reforma del puente de O Burgo por parte del Ayuntamiento de Pontevedra, que está a punto de materializarse con la adjudicación de la obra. Entonces, Repsol apuntó hacia una permuta de terreno como fórmula negociadora para un cambio de emplazamiento más adecuado de la gasolinera en cuestión. Sin embargo, esa posibilidad nunca llegó a materializarse cuando Luis Bará ejercía tal responsabilidad dentro del equipo de gobierno del alcalde Lores.

El Ayuntamiento no movió ficha alguna que se sepa y, por tanto, el Ministerio de Agricultura, Pesca. Alimentación y Medio Ambiente dirá ahora la última palabra sobre el uso futuro de ese lugar bajo su tutela. Y quien sabe si la empresa petrolera tiene ya amarrada una resolución a su favor de la prórroga deseada.

La peatonalización del puente de O Burgo va a restar cierta operatividad a la gasolinera de la discordia, ya convertida en vestigio de un pasado que se resiste a morir. Pero qué duda cabe que el resultado final de la reforma proyectada para el hall de entrada y salida de la parroquia de Lérez no sería el mismo, ni mucho menos, con gasolinera que sin gasolinera. Ahí está precisamente El Meollo de la cuestión.