La memoria de 2017 sobre tráfico en la red autonómica analiza una quincena de carreteras en la comarca, en una relación que, por ejemplo, deja fuera la PO-542 entre O Pino y Bora. Mientras la autovía do Salnés y las carreteras de Poio y Vilagarcía disparan la media global, en la mitad de los viales analizados no se llega a los cinco mil coches diarios.

La PO-551 entre Marín y Bueu llega a 7.919 y la PO-535 en Poio ronda los 6.600, mientras que la carretera que enlaza Pontevedra con Ponte Caldelas contabilizó el pasado año 5.562. Las demás ya presentan registros muy bajos, con casos extremos con la PO-223 (la carretera a Campo Lameiro) con apenas 1.716 coches diarios en Xeve, o la subida a Carballedo (en Cerdedo-Cotobade), que cae a 1.918 vehículos cada jornada, Menor uso tiene aún la PO-244, entre Ponte Caldelas y Soutomaior (1.402), aunque la PO-255 en Caritel (Ponte Caldelas) sí registra 3.312 automóviles cada 24 horas. En cifras parecidas aparecen la PO-221 en Moraña (3.052) y la PO-313 en Marín, que con 2.796 coches diarios registra menor uso que en 2016.