La empresa Repsol intentará mantener en funcionamiento la estación de servicio que gestiona en la avenida Domingo Fontán, al lado del acceso Norte del histórico puente de O Burgo y que se ubica en terrenos de dominio público marítimo-terrestre. Para ello, fuentes de la compañía han confirmado a FARO que tramitarán una solicitud de prórroga de la concesión ante Costas del Estado que esperan que se resuelva de forma favorable. También confían en que se resuelva antes de que finalice el plazo de la actual concesión, la ya conocida fecha del 29 de julio de 2018, tantas veces citada para otras concesiones como las de Ence o Elnosa.

El anuncio interfiere en cierta medida con los planes que tiene el gobierno local para toda esa zona, en la que siempre contempló un futuro en el que no contaban con la presencia de la gasolinera, una vez finalizada la concesión en julio de este año. Con todo, el gobierno local no se anticipó a los acontecimientos y la actual reforma que plantea para el puente de O Burgo ya deja fuera todo el ámbito que ocupa la estación de servicio.

Con todo, los planes municipales pasan por la peatonalización del histórico puente y también de la zona Norte del viaducto, en su entronque con la avenida de Domingo Fontán. Y reforzar el papel que juega el puente del Burgo como uno de los monumentos centrales de la ciudad y de su historia colisiona con el mantenimiento de una estación de servicio justo al lado. Como mínimo hay que valorar el fuerte impacto visual. El proyecto del Concello tiene previsto crear en el entronque del puente con la calle Domingo Fontán una gran plaza pública de algo más de cuatro mil metros cuadrados para actividades de ocio y cultura y que incluiría más de 40 árboles, mobiliario, bancos y papeleras.

Inicialmente se mantendrán los dos carriles de tráfico rodado, pero desaparecería la rotonda y las manifestaciones desde el gobierno local siempre han ido en la línea de que una estación de servicio no encaja en un ámbito que pasaría a ser eminentemente peatonal.

Con todo, y a la espera de las decisiones de Costas, el Concello ya anunció que ejecutaría el proyecto de O Burgo dejando de lado, por el momento, la integración en el mismo de los terrenos que ocupa la gasolinera, pero con la confianza de que el departamento de Medio Ambiente no renovase la concesión teniendo en cuenta el lugar en el que se levanta: al lado de un río y de un puente histórico.

El objetivo sería integrar este espacio de la gasolinera en todo este área peatonal en el futuro, cuando Costas hubiera clarificado la situación de esta concesión. Una de las ideas con las que se especuló pasaba incluso por la posibilidad de convertir la estación de servicio en un espacio de restauración o hostelero que pudiera dar servicio a la plaza pública que allí se tenía previsto construir.

No obstante, la intención de Repsol de mantener la actividad en esta gasolinera podría traducirse ahora en una renovación de la concesión por décadas de tal forma que la gasolinera seguiría siendo parte del paisaje de O Burgo durante largo tiempo. La empresa confirmó la solicitud de prórroga, pero no desveló por cuántos años solicitará que se prolongue la concesión. Con todo, el reglamento de la Ley de Costas recoge plazos máximos de entre 30 y 75 años.

Una docena de ofertas

Actualmente, el Concello de Pontevedra tiene sobre la mesa una docena de ofertas para ejecutar esa reforma y peatonalización. El proyecto tiene un presupuesto de licitación de 2.561.390,91 euros pero actualmente se encuentra estancado a la espera de que el Estado libere los fondos europeos que financiarán el 80% de esta actuación que reserva además una parte importante de la inversión a la instalación de una vistosa iluminación del viaducto.