El padre y el hijo que el pasado domingo hacían prácticas de conducir en la explanada de A Seca tendrán que pagar multas por valor de casi 1.500 euros.

Así fue dictaminado en un juicio rápido celebrado en el Juzgado de Guardia de Pontevedra, que estimó la condena del progenitor en 992 euros, que tendrá que abonar durante ocho meses a razón de cuatro euros cada día.

Mientras, su hijo, que conducía el turismo cuando la Policía Local de Poio les dio el alto, deberá pagar 480 euros a razón de dos euros a lo largo de los mismos ocho meses.

Según fuentes del TXSG, ambos han sido sentenciados por cometer un delito contra la seguridad vial.