En octubre de 2016 Pontevedra recibía la confirmación de que su candidatura a los fondos europeos de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI) era seleccionado por el Ministerio de Hacienda para recibir diez millones de euros hasta 2020. Año y medio después, el Gobierno central no ha logrado liberar la asignación definitiva de un solo euro, pese a que el Concello de Pontevedra (junto con otros beneficiados en la provincia como Marín o Vigo) sí han elaborado y licitado proyectos vinculados a este plan.

A día de hoy, cuatro iniciativas municipales en el casco urbano, presupuestadas en más de 6,5 millones de euros, no pueden ser adjudicadas ni ejecutadas por el retraso de Hacienda y fuentes municipales temen que el proceso aún se retraso "bastante más". Esas cuatro obras son la rehabilitación y peatonalización del puente de O Burgo (2,6 millones), la reforma integral del pabellón multiusos de A Xunqueira (2,1 millones), la reurbanización de la rúa de O Gorgullón (1,5 millones) y la adecuación de la planta alta del Mercado a sus nuevos usos (280.000 euros). De todos esos fondos, Europa aportaría alrededor de cuatro millones, pero son por los que aún espera el Concello, año y medio después.

A mediados del pasado año, casi doce meses después de la concesión oficial de los diez millones de euros, el Concello inició la tramitación de los proyectos con el fin de poner activarlos tan pronto como Hacienda diera el visto bueno definitivo, una luz verde que se anunció para el último trimestre de 2017 y después para enero de 2018. Sin embargo, en abril aún no hay respuesta. Mientras tanto, el gobierno local sacó a licitación esas cuatro obras y a día de hoy solo resta su adjudicación. Decenas de empresas han presentado sus ofertas, (quince para el Mercado y otras tantas para O Gorgullón y alrededor de una docena en O Burgo) pero el proceso estará paralizado hasta obtener una respuesta oficial del Estado. El Concello no sabe cuándo podrá adjudicar los trabajos ni dispone de un calendario de ejecución, ya que no es posible dar esos pasos sin el certificado oficial del Estado.

Esto no significa que Pontevedra pueda perder los fondos, pero necesita un documento que certifique que los diez millones concedidos en su día están "en caja" y se pueden usar para el fin elegido. En el seno del gobierno local no se ocultaba ayer la "contrariedad" que supone este retraso, que ya es de varios meses, e incluso algunas voces apuntan que "este año puede que no haya obra alguna", si bien se trata de una estimación poco optimista.

Se da la circunstancia de que esta paralización coincide con un nuevo paso para la ejecución del proyecto estrella del Concello con los fondos DUSI: la restauración del puente de O Burgo. Los técnicos municipales analizan desde ayer una docena de ofertas para ejecutar esa reforma y peatonalización. El proyecto tiene un presupuesto de licitación de 2.561.390,91 euros, dividido en dos lotes: el de la obra, por valor de 1.700.598,75 euros (con diez ofertas), y el de la iluminación por valor de 860.792,16 euro y dos empresas aspirantes. La ejecución del lote uno es de 10 meses y la del lote dos es de tres meses.

El proyecto estará financiado, cuando se certifique la ayuda, en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y la actuación pretende recuperar la concepción del puente como monumento central de la historia de Pontevedra.

La obra se divide en tres ámbitos de actuación: el propio puente, cuyo tablero será una plataforma única de losas de piedra para continuar la vía peatonal de 11 metros de ancho (de lado a lado del viaducto) con una iluminación rasante siguiendo el Camino de Santiago y otra en la nueva barandilla lateral que también será rasante; el entronque con la plaza Valentín García Escudero (cabecera Sur), donde se cambiará el paso de cebra con el fin de darle continuidad al trazado peatonal; y el cruce con el paseo Domingo Fontán y calle Juan Manuel Pintos (cabecera Norte), donde se eliminará la rotonda de tráfico rodado, para continuar el carril en los dos sentidos de circulación por ese punto uniendo Juan Manuel Pintos con Domingo Fontán. Se creará una gran plaza de más de 4.000 metros cuadrados con más de 40 árboles, mobiliario, bancos y papeleras.

En cuanto a la iluminación se hará en tres fases: una superficial rasante, con puntos azules que marcarán el Camino de Santiago; otra rasante empotrada en la baranda dirigida hacia el tablero para que los peatones puedan ver por donde pasan, y uno tercera que alumbrará los arcos, tanto por el exterior como por el interior.