"No hay demasiadas novedades y los proyectos se alargan demasiado en el tiempo, pasando las partidas de un año para otro sin que se lleguen a concretar". De este modo resumía la concejala Carmen da Silva la opinión del gobierno local sobre el borrador presupuestario.

No fue el alcalde, Miguel Fernández Lores, el encargado de analizar el documento, aún molesto por el trato recibido el pasado lunes por Rajoy durante la visita a las obras de la A-57. Da Silva apuntó al respecto que "el retraso de las infraestructuras en Pontevedra merecía un tratamiento más serio".

Por ello, al igual que Lores el lunes, la concejala expresaba su deseo de que "se rematen de una vez las obras en marcha y las anunciadas, pero son poco creíbles ya que se aplazan siempre de un año para otro y no coinciden con los anuncios que hace el propio Gobierno". Se refería en concreto al tramo de la A-57 entre Vilaboa y A Ermida, cuyo final anunció el presidente del Gobierno para 2019, pero en el borrador de presupuestos se prolongan sus anualidades hasta 2020.

PSOE

En parecidos términos se pronunciaba el portavoz del grupo municipal socialista Agustín Fernández. El concejal cree que este documento transmite "frustración y desengaño, y su contenido no solo justifica la declaración de non grato para Rajoy sino para todo el Gobierno".

A su juicio, "da la impresión de que vivimos en el día de la marmota, congelados en el tiempo, con los mismos proyectos año tras año y nada nuevo, con el añadido de que nadie se cree que nada de lo ahí contemplado se ejecute en 2018, como ya ha ocurrido con ejercicios anteriores" en casos como el paseo peatonal por la autovía de Marín, presupuestado en 2017 pero sin obra alguna.

"Se acumula la deuda histórico y no hay ninguna plasmación práctica, solo recortes sociales", concluye Fernández.