"Hoy es un día histórico para el Concello de Poio y para el vecindario de Campelo", dijo el diputado de Mobilidade de la Diputación de Pontevedra, Uxío Benítez, en su visita al municipio, donde anunció que la institución provincial y el gobierno local firmarán dos convenios de colaboración para ejecutar dos nuevos proyectos que mejorarán la seguridad viaria y la movilidad peatonal en la zona de Campelo, con una inversión que supera los 2.400.000 euros.

El diputado nacionalista explicó que las actuaciones del convenio abarcarán no solo los 1,8 kilómetros de la carretera provincial EP-0601 Portosanto-Campelo-C-550, desde su inicio hasta la iglesia de Campelo, sino también otros 300 metros correspondientes a la carretera provincial EP-0602, conocida como calle Padre Avelino, entre la iglesia y el puerto de Campelo. Esta última actuación se sumará a la que el Concello ya está ejecutando en estos días en la zona del puerto con la construcción de un muro y la mejora de la plataforma, una obra financiada con cargo a fondos del Plan Concellos de la Diputación.

"Con estas dos actuaciones, la de la Diputación y la del gobierno local hecha con fondos provinciales que está en marcha, la inversión provincial es de casi tres millones de euros, más de 2,8 millones, por lo que hoy es un día importante para el ayuntamiento: estamos anunciando una intervención inmediata y un esfuerzo económico muy importante", destacó Benítez.

El responsable de las infraestructuras viarias provincial reconoció, de hecho, que la mejora de la seguridad viaria y de la movilidad peatonal en Campelo "es una necesidad fundamental" por la cantidad de equipaciones existentes y su uso por parte del vecindario, que corre serio riesgo al desplazarse a pie, motivo por lo que se tomó la determinación de afrontar el coste de la inversión de manera global.

Proyectos

Los proyectos para la carretera de Campelo y para la calle Padre Avelino están ya finalizados y supondrán la construcción de sendas peatonales para garantizar un tránsito peatonal seguro. Su diseño final fue posible gracias a que el Concello logró todos los terrenos necesarios por vía de cesión. De hecho, las certificaciones de las fincas ya fueron entregadas al departamento de Mobilidade por vía digital.

Además de la mejora de la seguridad viaria en las dos carreteras, los proyectos suponen una urbanización de todo el entorno, con nuevos servicios de alumbrado público, nuevo saneamiento y nuevo sistema de pluviales, entre otros. "Todos los servicios urbanos que una zona como esta requiere", dijo Benítez.

En cuanto a los próximos pasos a dar para que las obras sean una realidad, Benítez explicó que las propuestas de convenio ya fueron remitidos al Concello de Poio para su aprobación en el pleno de la corporación. Después serán aprobadas en la xunta de goberno de la Diputación y firmadas públicamente en las próximas semanas, con el objetivo de llevar los proyectos de modo inmediato al departamento de Contratación e iniciar los procesos de licitación y adjudicación. "Queremos que este año estén las obras ya iniciadas", sentenció el diputado.

Por su parte, el alcalde de Poio, Luciano Sobral indicó que los proyectos de la Diputación para la mejora de las dos carreteras (EP-0601 y EP-0602) fueron trabajados con tiempo y "van ser el proyecto estrella y fundamental para la zona de Campelo". El nacionalista subrayó que "para nosotros era un objetivo importante que una zona urbana como es Campelo contará con seguridad desde el punto de vista del tráfico, de los peatones", porque "estamos hablando de un núcleo de población bastante denso y que precisaba de una actuación".

La diputada y concejala Chelo Besada también recordó que el actual proyecto hecho por el departamento de Mobilidade de la Diputación viene a sustituir el encargado por el anterior gobierno de Rafael Louzán, por lo que el Concello de Poio tuvo que pagar 60.000 euros. "Aquel era un proyecto irrealizable, porque tenía una plataforma de 16 metros que afectaba a casas, porches, escaleras", por lo que los vecinos no estaban dispuestos a autorizarlo. "Tampoco Louzán estaba dispuesto a la expropiación y estuvo durante ocho años no riéndose del gobierno de Poio, sino de los vecinos del lugar", dijo Besada, quien subrayó que durante ese tiempo el vecindario "tuvo que pasar por la carretera con un peligro terrible", finalizó.