La instalación de composteros comunitarios en distintos puntos de la ciudad sigue levantando algunas polémicas entre los vecinos. Tras las quejas en Monte Porreiro y en la calle Eduardo Pondal ahora las críticas llegan desde Ponte Boleira, en donde se instaló uno de los tres composteros comunitarios que se pondrán en funcionamiento en todo el barrio del entorno de Eduardo Pondal.

Es la comunidad de propietarios del edificio Azorín, la que manifestó públicamente públicamente su "disconformidad y oposición" a las instalación del compostero en frente de este inmueble.

Aseguran que esta comunidad de propietarios "no fue advertida en ningún momento por parte del Concello de Pontevedra de la colocación de este compostero". Consideran que "dada la proximidad al edificio que ocupamosm deberíamos ser informados y consultados previamente, con el objeto de exponer nuestra oposición al respecto".

Señalan que a pesar de que "el conjunto de los vecinos se muestra favorable al reciclaje de residuos orgánicos mediante compostaje, consideramos muy desafortunada e inadmisible la ubicación de este compostero por su proximidad al portal número 3 del edificio Azorín".

Los vecinos proponen una nueva ubicación aunque sin concretar donde, tratándose del centro de la ciudad, señalando que debería situarse "en un punto más alejado de las propiedades habitadas por los evidentes riesgos y perjuicios que supone su ubicación tan cerca del edificio: proliferación de insectos y roedores, olores desagradables, desvalorización de nuestras propiedades, feísmo urbanístico al situarse en la entrada al paseo del río Gafos, etc".

Por lo tanto, señalan que se oponen "firmemente a su instalación en la ubicación decidida por el Concello" y solicitan una entrevista urgente con Carme Da Silva para decidir "conjuntamente un emplazamiento mejor para el compostero que dé servicio tanto a los vecinos de nuestro edificio como al conunto de vecinos del Gorgullón".