Primera quincena de abril. Es el plazo que fijó ayer la concejala de Promoción Económica, Anabel Gulías para firmar la resolución que decretará el traslado a la planta baja de todos los puestos del Mercado y que abrirá la puerta a la convocatoria de un concurso para asignar las decenas de espacios vacíos en el piso superior, donde se promueve un "Espazo gastronómico" que sirva para revitalizar la actividad del edificio.

Antes de firmar esa resolución, el gobierno local debe resolver las alegaciones formuladas por los vendedores que cuestionan esta unificación de puestos o están en desacuerdo con el lugar asignado. En este proceso de mudanza también está implicada la lonja.

Desde hace semanas el Concello ya tiene asignadas las nuevas ubicaciones de los vendedores y tiene listos los trabajos de adaptación para instalar en el primer piso los puestos de fruta y verdura -en el pasillo central- y a la subasta de pescado y marisco, en un lateral del edificio. El traslado afecta a cuatro puestos de fruta, una carnicería y dos ultramarinos, pero quedarán en el segundo piso las dos cafeterías, de imposible reubicación, y una caseta que se adapta a las previsiones futuras de este espacio, centrado en la gastronomía, productos gourmet y artesanos.

El mes de abril como fecha tope se maneja desde hace unas semanas toda vez que para entonces podrían comenzar los trabajos de acondicionamiento de ese espacio, licitados por unos 280.000 euros y próximos a ser adjudicados.

El proceso de reubicación ha estado salpicado por numerosas discrepancias tanto con los vendedores implicados como con otros de la planta baja. De hecho, estas reticencias han demorado durante meses el proceso, si bien ahora el Concello lo quiere acelerar para crear ese espacio gastronómico y cultural, que incluso podrá abrir por las tardes-noches y los fines de semana. La venta tradicional se mantendrá solo por las mañanas, incluidas las de los sábados.

En este nuevo uso se instalarían principalmente "productores locales que comercializan directamente, sus productos y servicios en la línea de artesanal-ecológica-gourmet-a granel: carnes, verduras, licores, cervezas artesanas, aceites, helados, leche, galletas-dulces, encurtidos, conservas, aperitivos, dulces o hierbas, entre otros" además de "tener a la venta los productos y también la degustación in situ", todo ellos con el fin de convertir al mercado municipal en la referencia absoluta en la alimentación saludable", según se detalla en el programa municipal.

Degustación

El proyecto reserva el espacio ahora ocupado por las frutas y por la lonja en un lugar de degustación con un máximo de 107 y 54 comensales respectivamente, aunque también habría esos usos en otros puntos de la planta alta. Uno de los aspectos más llamativos es que "el funcionamiento del nuevo espacio hace que los horarios de mercado y espacio gastronómico no siempre coincidan. Especialmente en la tarde-noche y fines de semana se cuenta con un mercado en la planta baja sin actividad mientras que el espacio gastronómico de la planta superior tendría mucha actividad".

Por ello, se independiza un piso de otro mediante rejas que cierran la zona de ventas del "espacio gastronómico-cultural" de arriba, con el añadido de que "la zona de mercado se ilumina de noche con un juego de luces hacia el interior del propio mercado para marcar en todo momento el espacio habitado: el característico mercado de Pontevedra, manteniendo clara esta idea en todo momento".