La Policía Local de Poio identificó a última hora del pasado domingo a cuatro jóvenes en el interior del CEIP Isidora Riestra. Los agentes pillaron a los adolescentes "con las manos en la masa", ya que en ese momento se encontraban con sus palmas manchadas del color de las pinturas que habían esparcido en varias dependencias del colegio.

En concreto, los jóvenes produjeron numerosos destrozos: pintaron paredes, puertas, suelos y esparcieron diferentes purpurinas. Además, desde el centro denuncian la falta de un ordenador, un altavoz con equipo de sonido y un cronómetro. Sin embargo, la Policía no tiene constancia todavía de que fuesen ellos quienes sustrajeron estos objetos.

Los cuatro jóvenes que se encontraban en el edificio tienen entre 14 y 15 años de edad. Uno de ellos es residente en Poio y los otros tres, en Pontevedra. Este domingo lograron entrar de nuevo en el gimnasio y accedieron al aula de audiovisuales, de donde faltaron los objetos descritos y donde realizaron los destrozos.

La Policía Local mantenía abierta una investigación desde los ultimos destrozos en fechas anteriores. Se tiene constancia de la entrada en el centro en otras tres ocasiones más. En la primera, a finales del 2017, se llevaron 1.000 euros del aula del ANPA que correspondían a la recaudación destinada a diferentes actividades.

El mismo fin de semana en el que se produjo la caída del falso techo (18-19 de febrero), el ANPA volvió a una denunciar una nueva entrada en su oficina, ya que la puerta esta forzada. Una vez en el interior, los agentes reconocieron en un primer momento daños en un ordenador y una estufa eléctrica.

Sin embargo, posteriormente, tras cotejar más datos, descubrieron que ambos objetos fueron introducidos por las personas que accedieron a la oficina sin permiso. Una vez dentro, los destruyeron.

La Guardia Civil ha encontró en ambos aparatos huellas de jóvenes de unos 14 años, por lo que todo apunta a que fue un grupo de personas de personas de esta edad la que forzó la puerta durante el fin de semana.

Finalmente, en las últimas semanas, se produjo una nueva entrada a través del gimnasio, como esta última vez, rompiendo uno de los cristales de la puerta.

La Policía cree que hay más implicados, ya que el material sustraído no apareció. Además, los agentes no pueden asegurar que este último allanamiento tenga que ver con los anteriores, aunque "la forma de entrar fue la misma".

La Policía Local tramita diligencias a la Fiscalía de Menores de Pontevedra por presuntos daños y por el presunto hurto de equipos informáticos. A día de hoy se encuentran a la espera de la valoración para adjuntar a las diligencias y realizar la reclamación correspondiente.