De todos es conocido que no acudir a la cita médica concedida en un hospital para consultar a un especialista o realizar una prueba diagnóstica supondrá su pérdida y abocará al afectado a soportar otra vez meses de espera para conseguir una nueva. Pero el problema es todavía mayor entre la población reclusa, cuyo traslado al hospital de referencia supondrá una movilización de recursos humanos para su custodia que en ocasiones no existen lo que impide que en muchas ocasiones puedan asistir a estas citas programadas por el Sergas.

El problema es común en todas las prisiones españolas, pero se deja notar especialmente en la cárcel de A Lama. Así lo recoge el Defensor del Pueblo en su informe anual presentado ayer. Señala que este problema es objeto de atención específica desde 2011 y califica de "altamente preocupante" el número de citas médicas a las que no han podido acudir los internos del penal pontevedrés, que ocupa el segundo puesto en España en cuanto a citas médicas de internos que han tenido que se anuladas por falta de recursos policiales para su custodia. Según el Defensor, tan solo en 2016, un total de "407 consultas médicas programadas no se realizaron por este motivo". Tan solo se ve superado por el centro de Palma de Mallorca con 812 y le sigue Jaén con 299, siguiendo con las 266 de Madrid II. En Teixeiro fueron un total de 178.

Para el Defensor del Pueblo, estas "abultadas cifras llevan a plantear la necesidad de que sea abordada la adopción urgente de medidas efectivas, pues parece que las reuniones llevadas a cabo, con la finalidad de explorar conjuntamente alternativas viables, han de dar ya paso a la adopción de medidas concretas para solucionar los problemas existentes, que lógicamente en determinados casos implica la adecuada dotación de efectivos policiales para llevar a cabo este servicio".

Añaden que aludir a "labores de información y sensibilización de los internos" para que hagan coincidir sus salidas del centro por permisos y otras cuestiones para que acudan por ellos mismos a la consulta, "parece desconocer que la fecha de consulta es previamente fijada por las autoridades sanitarias, de modo que si no se realiza por prte de los establecimientos de una tarea previa de sincronización entre las fechas de disfrute de los permisos, salidas y asignación de citas, de poco servirá esta tarea de sensibilización". "Han de ser tomadas medidas que tengan efectividad directamente de por sí y que no dependan de la coincidencia de la salida" del interno con la "fijación de una cita médica".

Salud de los internos

Destaca el Defensor, además, que estas "disfunciones" no son "una mera molestia o incomodidad, sino que repercuten directamente sobre la salud de las personas privadas de libertad".