El legado que los emigrantes gallegos retornados dejaron en su tierra y que tanto impulsó la educación a través de la creación de cientos de escuelas construidas en las décadas de finales del siglo XIX y primer tercio del XX centra la exposición "Luces de alén mar. As escolas de americanos en Galicia", que hoy se inaugura en la Facultade de Ciencias da Educación e do Deporte de Pontevedra.

El carácter itinerante de la muestra, que ya le ha llevado por decenas de centros educativos, la trae en esta ocasión hasta el campus universitario, donde explicará un período decisivo de la historia gallega a través de cerca de veinte paneles.

La exposición muestra al público un interesante e importante trabajo del Arquivo da Emigración Galega, del Consello da Cultura Galega (CCG), que ha logrado documentar más de 300 escuelas en toda la comunidad autónoma, una veintena de ellas en la comarca de Pontevedra.

El objetivo es entender uno de los fenómenos más significativos de la profunda huella que la emigración dejó en Galicia y que ayuda a entender la situación de la enseñanza a finales del siglo XIX y principios del XX en una tierra empobrecida y sin recursos educativos fuera de las ciudades.

El comisario de la exposición y profesor de la Universidad de Santiago Vicente Peña ofrecerá hoy, a las 12 horas, una conferencia sobre el compromiso de los emigrantes gallegos con su tierra de origen. Asimismo, al acto de inauguración asistirán el profesor pontevedrés Jorge Soto, coordinador de la actividad, y el decano de Ciencias da Educación e do Deporte, Vicente Romo.

Peña destaca sobre el trabajo de investigación que los emigrantes percibieron con claridad las deficiencias del mundo que habían dejado atrás, a las que responsabilizaban de las "penurias" que padecían cuando intentaban buscar, al otro lado del océano, una vida mejor.

"Os galegos de hoxe en día, nacidos acó e acolá, continuamos a ser beneficiarios dunha forma máis que simbólica desa actuación solidaria e xenerosa empeñaza en trenzar horizontes esperanzadores cos fíos sempre sutís e engaiolantes do nobelo da educación. Un legado inesgotable para as vindeiras xeracións", asegura.

Permeabilidad de ideas

El envío de remesas desde la emigración tuvo una gran importancia para la mejora de las condiciones de vida y para la modernización de la economía gallega, a la vez que permitió una mejor permeabilidad a las ideas procedentes del exterior, tal y como indica el CCG.

El hecho de que miles de gallegos tuvieran que salir hacia América provocó un profundo sentimiento de compromiso y solidaridad con su tierra natal, y eso incluía a sus vecinos y las futuras generaciones, de ahí el interés por crear las escuelas.

La provincia de Pontevedra fue la segunda, después de A Coruña, que más emigración registró entre los años 1881 y 1936, con 385.765 personas. La mayor cifra se registró en la década de 1911 a 1920, con más de 92.000 emigrantes. La más baja tuvo lugar durante la II República y antes de que estallase la Guerra Civil, entre 1931 y 1936, cuando tan solo se fueron 12.315 pontevedreses de un total de 46.000 gallegos.