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El CIF de Lourizán busca proyectar su jardín botánico a nivel europeo en su 75 cumpleaños

Celebrará un congreso en el que convocará a investigadores de otros centros para que conozcan sus colecciones -Espera recibir en breve la calificación de Jardín de Excelencia

La metasequoia, entre las más grandes de Europa. // Gustavo Santos

En su 75 aniversario el Centro de Investigación Forestal (CIF) de Lourizán quiere hacer visible a nivel europeo su jardín botánico. A mayores de las celebraciones ya anunciadas que incluirán un homenaje a los trabajadores y directores, dedicará a sus colecciones forestales un congreso internacional al que convocará a especialistas de otros botánicos de la Península.

La idea es que conozcan de primera mano que es un espacio "con criterios de Excelencia, una categoría que probablemente se le otorgará dentro de poco", avanza a FARO el director de la institución científica, Enrique Martínez Chamorro.

Recuerda que en la actualidad la finca "ya es un jardín botánico de interés europeo por las especies que tiene", con ejemplares de un porte espectacular sin parangón en el continente, pero se busca ahora "promocionarlo aún más no solo a nivel del público en general sino especialmente a nivel científico, despertar el interés de los investigadores para que se conozca".

En los últimos años se ha incrementado el número de especies y hoy el centro cuenta en sus más de 51 hectáreas de finca con colecciones muy singulares de diferentes partes del mundo, caso de Tasmania o Australia. También dispone de un coniferetum, un amplio muestrario con 172 especies de coníferas oriundas de distintas regiones, desde Caribe hasta Asia.

En este 2018, añade el director, "queremos refrendar una cosa de la que nos estamos dando cuenta los investigadores del departamento de Ecosistemas Forestales en contacto con otros jardines botánicos y viendo las actualizaciones que hacen, comprobamos así que tenemos ejemplares singulares, solamente por tenerlos pero además por su estado".

Martínez Chamorro incide en que "no llega solo con un ejemplar que sea el más grande, que es importante, sino que tiene que ser bonito e interesante, en general el jardín también debe tener formaciones que sean relevantes para su estudio".

Son algunos temas que se tratarán en un simposio en el que participarán "otros responsables de jardines botánicos de España y de Portugal, queremos invitarlos y poner el cebo de lo que tenemos, que puedan verlo in situ", señala la misma fuente.

A lo largo de los años la finca ha ido transformándose en respuesta a su vocación forestal, se ha incrementado el número de viveros y otros inmuebles y en paralelo las colecciones, si bien la parte noble, la más próxima al palacio y los jardines más antiguos, se procura conservarla con los mínimos cambios posibles.

Así, y por lo que respecta a la divulgación entre el público no especializado, se espera un próximo reconocimiento de Excelencia para este espacio en donde están agrupadas 850 especies. Entre ellas, "algunas muy singulares en toda Europa, ejemplares de avanzada edad, muchos se plantearon hace 75 años, en el mismo momento de la fundación del centro, y otros con anterioridad, en la época de Montero Ríos, de modo que hay algún árbol con 200 años".

La bondad climatológica de las Rías Baixas es el otro de los factores a los que señala el ingeniero de Montes para que "hayamos conseguido tener árboles con unos crecimientos espectaculares, de hecho hay varios ejemplares que tenemos constancia que son los más altos de Europa y algunos del mundo o al menos por ahí andamos".

Entre las más espectaculares, la metasequoia glyptostroboides. Su historia (que contribuyó decisivamente a que fuese candidata a Árbol Europeo del Año en 2016) está a la altura de su porte: fue una especie considerada extinguida, un fósil viviente hasta que en los años cuarenta del pasado siglo se descubrió un ejemplar vivo en China y en el difícil contexto de la Guerra Mundial y el conflicto entre la China Nacionalista y Comunista se consiguió una primera recolección de semillas.

Fueron repartidas entre los mejores jardines botánicos y a Lourizán llegaron once. "El árbol se plantó en 1951, llega a tener 34,5 metros y es la más alta de Europa, quizás a la par con un ejemplar en Alemania", indica el director del centro.

También de China proceden varios de los más de 150 ejemplares de camelia, entre ellos "la más alta, algo que siempre llama la atención" recuerda la misma fuente a propósito de los ejemplares de gran porte que asombraron a los científicos desplazados a Galicia en el marco del Congreso Internacional de la Camelia.

A mayores, el público puede visitar otros espacios como la zona de flora de Australia, el invernadero, fuentes y en general numerosos rincones "que muchas veces en otros jardines botánicos muy importantes no pueden tener ni por espacio ni por climatología".

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