La Comisaría de la Policía Nacional de Pontevedra rendirá homenaje el día 22 al inspector-jefe Ramón Díaz Rodríguez, "Moncho". El hasta ahora Jefe de Operaciones de la Comisaría Provincial de Pontevedra, el Inspector-Jefe D. Ramón Díaz Rodríguez, se jubila después de 45 años de servicio. Sus compañeros le despedirán con una comida en el Hotel Galicia Palace.

-Algún compañero suyo me ha dicho que un policía nunca llega a colgar del todo el uniforme aunque se jubile...

-Sí, porque es muy difícil el cortar con 45 años de una profesión que la llevas metida dentro.

-A lo largo de 45 años de servicio ha pasado por diferentes servicios y departamentos ¿cuál es el que le dejó mejor recuerdo?

-El que me dejó marcado, sin duda, fue la Policía Científica. Es una Brigada que siento como algo mío. Al principio no existía tal y como Policía Científica, se le llamaba Gabinete de Identificación, dependía de la Brigada de Policía Judicial, hasta que se creó la Comisaría General de Policía Científica. Yo llegué a Pontevedra en el año 1979 y en el 80, como estaba en la Brigada de la Policía Judicial, me fui encargando poco a poco del Gabinete de Identificación y, a partir de entonces, tuve que hacer varios cursos para especializarme. Desde lofoscopia a balística, documentoscopia..., Al principio no se identificaba ni se hacían los informes periciales aquí en Pontevedra, había que mandar todo a Madrid.

-Parece que se podría decir que fue a usted al que le tocó impulsar la Policía Científica aquí en la Comisaría de Pontevedra...

-Por eso lo siento como algo muy mío, porque fue surgiendo poco a poco gracias también a los cursos que iba haciendo. A partir de entonces aquí se comenzaron a identificar las huellas, a hacer informes periciales, nos comenzaron a citar a los juicios. Por cierto, al principio, te llamaban a ratificar casi todos los informes que hacías porque era una novedad, también para los jueces, algo que poco después se daba por hecho porque pasaron a ser pruebas muy contundentes y difíciles de rebatir.

-Habrá experimentado una enorme evolución la Policía Científica en todos estos años...

-Muchísima. La gente está mucho más preparada. En la actualidad todos los agentes de la Brigada superan múltiples cursos de formación, tienen a su disposición numerosos medios y, sobre todo, desde hace ya unos años, con el laboratorio de biología y ADN disponen también de una herramienta importantísima.

-Supongo que a lo largo de esta dilatada trayectoria como policía también habrá momentos duros ¿Cuáles son los que recuerda de forma especial?

-Pues todos aquellos que afectaron a la vida y a la integridad de las personas. Me tocó participar, por ejemplo, en el asesinato de tres taxistas en la ciudad.

-Tres crímenes, además, muy próximos en el tiempo entre sí...

-Sí, muy juntos. Tres asesinatos que ocurrieron justo al poco tiempo de llegar aquí el comisario Morandeira. Se trabajó mucho y se logró identificar a los autores de dos de ellos en unas investigaciones muy laboriosas. Otras que me impactaron fueron dos desaparecidos en Vigo cuyos restos aparecieron en una fosa séptica en Meis..., también la desaparición de Jasmina Soto, que trabajaba enfrente al mercado de Pontevedra..., participé en uno de los primeros asesinatos que recuerdo de violencia de género en el que el marido mató a martillazos a su mujer...; son todos momentos duros, sobre todo si afectan a niños. Recuerdo especialmente un accidente en casa de unos vecinos que celebraban una fiesta. Un niño cogió la escopeta y se les escapó un tiro e impactó en la cabeza de otro. Muy duro.

-La espina que le queda supongo que son aquellos casos pendientes de resolver, como ocurre con Sonia...

-Sí. Siempre está esa espina ahí clavada pero yo tengo la esperanza de que se pueda resolver. Igual apelando a la conciencia de alguna persona que pueda estar implicada para que se pueda, por lo menos, llegar a saber donde está ella.

-La investigación es secreta, pero quería preguntarle si cree que la ciudadanía es consciente del trabajo que está realizando la Policía en cuanto a no dejar ningún fleco sin revisar...

-Tratamos de agotar todas las posibilidades, que no quede nada por ver y que en el día de mañana nos puedan decir que faltó hacer esto o lo otro. Intentamos ver todas las posibilidades para poder sacar, a pesar de los años, alguna prueba o indicio que nos lleve al esclarecimiento del caso.

-¿Cuál es el principal problema en este asunto? ¿El tiempo transcurrido?

-El tiempo es un hándicap. Ya lo dije en alguna otra ocasión que el tiempo es la verdad que huye. Pero también la falta de pruebas que es lo que tratamos ahora de resolver.