Un pleno extraordinario solicitado por el PP para tratar de suspender la licitación del nuevo contrato del agua y reprobar al gobierno del BNG, cuyo resultado se presentaba incierto en principio, se saldó en los primeros minutos de la sesión con el abandono de los concejales de Marea, que dejaban así a la oposición en minoría.

Antes de que se iniciase el debate y apelando a una cuestión de orden, el líder de Marea, Luis Rei, justificó el abandono de la sesión de los dos ediles de su grupo, denunciando que el BNG y el PP "están de acuerdo en la gestión privada del abastecimiento de agua". Recordó que ambos partidos votaron en contra de las dos mociones que Marea presentó al pleno, en mayo y septiembre de 2016, para lograr una gestión pública de este servicio. "Son tan gemelos en eso que el Partido Popular dejó en su último mandato en el Concello un contrato de concesión por veinte años a Viaqua, y el Bloque va a dejar de legado otro contrato de concesión también por veinte años", señaló Rei, antes de ausentarse del pleno, que calificó de "esperpento, farsa de la provocación".

El debate entre PP, PSOE y BNG también se desarrolló entre acusaciones de lo hecho antes y después de 1999, cuando empezó a gobernar Miguel Lores. El socialista Agustín Fernández preguntó al equipo nacionalista por qué en 1996 rechazaban la gestión privada del agua y ahora la defienden e instó al BNG a pensar en los votantes "que confiaron en ustedes pensando que defendían intereses de izquierdas".

Propuestas

El PP, que solicitó el pleno, quería que la mayoría que conforma la oposición obligase al gobierno local a suspender la licitación del contrato del abastecimiento de agua y saneamiento del municipio, a no considerar la adjudicación de la valoración del contrato por parte de Lagares Oca S.A., al tratarse de una empresa privada no designada por la Mesa de Contratación y, finalmente, a someter la valoración técnica de las ofertas presentadas al criterio de los funcionarios municipales, facultando si fuese necesario la asistencia de un comité técnico de expertos, cuya composición será mixta entre técnicos docentes de la Universidade de Vigo y de colegios profesionales de técnicos en la materia.

Durante el debate, el PP aceptó introducir la propuesta del PSOE para que se sometiese el proceso al criterio de los técnicos de otras Administraciones públicas, como Augas de Galicia o la Diputación Provincial.

Finalmente este acuerdo entre ambos grupos resultó irrelevante, dado que con la ausencia de Marea la oposición quedó en minoría en la votación final.

En su argumentación, el popular criticó los numerosos "errores de bulto" detectados en un contrato de unos 213 millones de euros a 20 años, así como la "falta de rigor, de solvencia", y con advertencias del propio secretario municipal.

"Sembrar dudas"

No faltaron en el debate alusiones a la "foto de Viaqua" (del alcalde con directivos de la empresa), con la respuesta por parte del gobierno local de que también se podría hablar de la Gürtel, la Púnica, la operación Lezo, etc., espetó el nacionalista Raimundo González a Jacobo Moreira, en respuesta a las "dudas que usted pretende sembrar sobre este contrato".

Jacobo Moreira sostuvo que esta licitación está "sembrada" de errores "gravísimos" que deberían invalidar todo el proceso de contratación. Lamentó, por otra parte, el "circo" de Marea, a quien acusó de "pactar" con el BNG su salida del pleno para que no saliese adelante la reprobación al gobierno local. "BNG y Marea son los que están llevando adelante el escándalo del agua", dijo Moreira.

María Rey (C's), también criticó la "falta de trasparencia" en unos pliegos que "no garantizan la mejor opción para Pontevedra".

En todo caso y pese a que la suspensión del contrato no se aprobó con la oposición en minoría, antes de celebrarse el pleno se contrató de nuevo la mesa de contratación.