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Miguel Fernández: "Ir al campo de Idomeni fue la mejor decisión que tomé en mi vida"

"Cuando llegaron las lluvias fue atroz, brutal", asegura el bombero pontevedrés

Miguel Fernández muestra algunas de las fotografías que quiere exponer en la ciudad // Gustavo Santos

El pontevedrés Miguel Fernández, bombero en Santiago de Compostela, decidió destinar sus días libres y vacaciones del año 2015 a trabajar como voluntario. Aunque se planteó hacerlo en un campo de refugiados en la isla griega de Lesbos, finalmente todo le llevó a Idomeni, una pequeña aldea en la frontera con la República de Macedonia.

-¿Qué le llevó hasta allí?

-En aquel momento estaba teniendo lugar una afluencia masiva de refugiados que estaba intentando cruzar la ruta de los Balcanes y que, debido a que justo en ese momento, se estaba empezando a cerrar el paso por las diferentes fronteras se quedaron atrapados en Idomeni. Así surgió un campo de refugiados improvisado.

-¿Había organizaciones atendiéndolos?

-Estaban Médicos sin Fronteras y Acnur, pero la infraestructura solo podía atender a unas 1.000 y en dos semanas eran 15.000. Era en invierno continental, muy frío, con temperaturas de 0 a 5 grados centígrados y mucha lluvia. Idomeni es una aldea y alrededor está lleno de campos de cultivo. Esta gente se asentó en ellos. Las dos primeras semanas todo fue más o menos bien, pero cuando empezó a llover fue un desastre.

-¿Qué hacía allí usted exactamente?

- Al ir como voluntario independiente, no sabía muy bien qué me iba a encontrar. Empecé con una ONG griega que repartía ropa llegada de toda Europa. Después de una semana lo hice contras organizaciones y por mi cuenta. Mucha gente de Pontevedra me envió bastante dinero y pude seguir colaborando con esas ONG e invertir ese dinero.

-¿En qué?

- Por ejemplo, había una ONG que se dedicaba a hacer durante las 24 horas del día a hacer te para la gente y les proporcioné el te, jengibre... Había otra que tenía una carpa para que los niños jugaran y les compré juguetes, papel, lápices... También colaboré con una organización que daba plátanos a los niños para completar su dieta... Todo fue pagado con el dinero de los pontevedreses. A mayores, yo colocaba tiendas por las noches, repartía ropa, ayudaba a hacer comida. En todo lo que quieras involucrarte puedes hacerlo a través del voluntariado independiente. Tú llegas a un sitio y ves las necesidades que hay y servicios que se prestan.

-¿Qué fue lo más duro que vio allí?

-Hubo momentos especialmente duros. Sabía que cuando llegaran las lluvias iba a ser una situación especialmente desastrosa porque tenían unas tiendas de campaña de una sola capa, no impermeables. Fue atroz, brutal. La gente estaba mojada, niños y familias enteras, durante días enteros. Recuerdo también a una pareja formada por una chica siria y un chico iraní. Se conocieron trabajando en una factoría en Turquía. Ella estaba embarazada y tuvo un aborto por esas condiciones de vida. La acompañé al hospital y fue muy duro porque los hospitales en Grecia son como los de aquí hace 50 años.

-¿Sigue habiendo tanta gente allí?

- Ese campamento ya no existe. En su momento fue como un escaparate de las vergüenzas de Europa por el trato que se le daba a los refugiados. Eran imágenes diarias expuestas en todos los informativos de todo el mundo, de gente mojada, llena de barro, de niños... Hubo hasta partos en directo en medio del barro. Finalmente hubo que cerrarlo. El final fue triste. Los bulldozers arrastraron con todo. Yo ya no estaba allí.

-¿Qué le llevó a una experiencia así?

- Era un reto. Buscaba algo diferente que me aportase cosas. Fueron 40 días y me sentí muy feliz de estar allí ayudando, conocí a mucha gente interesante y me enriquecí personalmente. Para mí fue la mejor decisión que tomé en mi vida. Al año siguiente fui a Serbia 10 días.

-Es un aficionado a la fotografía...

-Además de estar trabajando todo el día llevaba una cámara colgando para intentar llevar a cabo algún proyecto fotográfico. Las oportunidades que pasaban por delante las aprovechaba para hacer fotos. Me gustaría exponerlas ahora. Estoy buscando algún lugar donde poder hacerlo en Pontevedra. Estoy esperando a ver si alguien se anima.

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