Un exempleado de banca que trabajó para una conocida entidad financiera en sus sucursales de Caldas, Cambados y Pontevedra se sentó ayer en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial para responder de una acusación de apropiación indebida. El acusado, A. R. B. S., reconoció el delito que se le imputa y asumió una pena de dos años de cárcel y seis meses de multa, frente a los cuatro que solicitaba inicialmente la Fiscalía, tras alcanzar un acuerdo con las partes en lo que respecta a la responsabilidad penal. Se le aplicó el atenuante de dilaciones indebidas.

No obstante, el juicio continuó igualmente aunque tan solo para dirimir cuál es la responsabilidad civil del acusado, es decir cuál fue la cantidad de dinero de la que esta persona se apropió en beneficio propio, dado que en este punto es en el que hay desacuerdo entre las partes. La Fiscalía solicita en su escrito que el acusado indemnice al banco (que a su vez abonó a los clientes las cantidades detraídas por el que era su empleado en el momento de los hechos) con 383.000 euros, aunque la defensa sostiene que la cantidad es mucho menor.

El acusado se justificó en el juicio diciendo que todavía no ha podido devolver el dinero dado que actualmente apenas tiene ingresos para subsistir de 426 euros al mes. El acusado habría realizado movimientos en cuentas bancarias de clientes sin permisos de este y también retiró dinero de unos fondos de inversión de otra persona.