La vista oral transcurrió ayer con una sala de vistas abarrotada con multitud de compañeros de Mónica de la clínica Povisa que no pudieron evitar lanzar algún grito de asesino al acusado a su entrada en la Audiencia. Una de las compañeras de la víctima que la atendió en urgencias también declaró como testigo. Afirma que llegó con el cuchillo clavado en el cuello y que "lo primero que nos dijo es que si se moría quería que se supiera que quien la agredió había sido Juan Carlos y que la salvásemos porque tiene una niña pequeña".

Otra compañera reconoció al acusado en las inmediaciones del hospital instantes después de haber dejado el coche de la víctima en la zona con ella malherida: Afirma que él cambio de acera y que ella ya entonces supo que le había hecho "algo malo" a Mónica.

La propia víctima, a preguntas de la defensa, explicó que sí cree que el acusado llegó a estar "obsesionado" con ella. "Mis compañeros me lo advertían cada día", reconoció, "pero yo nunca pensé que pudiera llegar a hacerme daño". Hacía siete meses que habían roto la relación y él no parecía estar dispuesto a aceptarlo. Incluso protagonizó dos episodios de autolisis, en uno de ellos llegando a enviar a su exnovia una foto de la playa en la que estaba tras haber ingerido unas pastillas. "Eran lo que se dice llamadas de atención", explicó la víctima, "si alguien quiere matarse de verdad hay otras formas" más efectivas, añadió ella.

"Sabía lo que hacía"

Los forenses que examinaron el estado psicológico y psiquiátrico del acusado detectaron un trastorno adaptativo que para nada influye en sus facultades volitivas o intelectivas, es decir, que "sabía lo que quería y lo que hacía y, de hecho, lo hizo".

Los Policías Nacionales que acudieron a detenerlo a su domicilio explican que en un primer momento les indicó que había pasado toda la noche en casa y que, sin que ellos le hubieran dicho que su expareja había sufrido una agresión, él ya les expresó su deseo de que Mónica se encontrase bien. También explicaron como en el lugar del suceso encontraron sangre en el portal, en el ascensor y en el sótano en el que se produjo el ataque.