Las cofradías no auguran buenas noticias en relación a los análisis de las aguas de Raxó. Las muestras de los últimos dos meses en la Zona IV de marisqueo han dado unos valores de Escherichia Coli demasiado altos y todo hace prever que los resultados que el Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño en Galicia (Intecmar) sean de nuevo positivos, lo que conduciría a un cierre parcial aunque "importante".

Así lo destaca el patrón mayor de la Cofradía de Raxó, Iago Tomé, que reconoce que la decisión de Intecmar podría suponer "un mazazo" para el sector marisquero. "Un tercer análisis positivo equivaldría casi seguro a transformar este espacio en Zona C estacional", reconoce Tomé.

Esta recalificación de la zona de producción entre Raxó y Combarro equivaldría a que los mariscadores no podrían recoger almeja del espacio delimitado durante varios meses. Algo que afectaría sobre todo al sector a flote, muy abundante en ese espacio concreto. "La última vez, hace dos años, impidió trabajar en la zona entre enero y septiembre", recuerda el patrón mayor.

De hecho, si se confirma un tercer análisis positivo, las opciones de recuperar la calificación como Zona B pasan por encadenar posteriormente muestras con bajos índices de bacterias fecales. "Luego tendríamos que esperar a que las aguas estuviesen más limpias y, por supuesto, no sufrir ningún pico. Sino, todo se iría al traste de nuevo", añade Iago Tomé.

El sector marisquero pone el foco del problema en la falta de depuración existente en la zona. "Poio no cuenta con depuradora y la EDAR de Placeres no da abasto. Eso hace que ni siquiera la canalización desde las parroquias de Poio hacia la otra costa sea buena", expone el patrón de Raxó.

Asimismo, Tomé incide en que la parroquia de Raxó cuenta con un "emisario a caño abierto" y además, "en O Laño existe un rebosadero". Tampoco ayuda que el fenómeno natural de las mareas, que arrastran los desperdicios hacia dentro de la ría. "Cuando no llueve no pasa nada, pero en cuanto hay lluvia, todo se descubre", incide el marinero.

Un problema "común"

De este modo, el marisqueo podría ir detrás del sector bateeiro, que días atrás ya sufrió este cierre parcial al ser declarada como Zona C estacional las aguas entre Combarro y Raxó.

Tomé destaca que el problema es "común" y también afecta a la hostelería local. Por ello, aboga por "unirse" para exigir a las administraciones una solución. "Cada uno mira para su lado y ninguno cede. La Xunta dice que Poio no quiere poner la depuradora. Pues si es así, que le multen. A mí me dan igual unos que otros, pero es evidente que de este modo no podemos continuar. ¿A qué estamos esperando?", recalca.

De este modo, anuncia que próximamente habrá reuniones entre las cofradías y que de ellas espera que salga un consenso para implicar a otros sectores y, si es necesario, comenzar con las reivindicaciones que hagan falta. "Ya no es cuestión de si el próximo análisis da positivo o no. Es que las bateas de mejillón ya están cerradas y eso nos genera mala imagen. ¿Quién va a querer comprar almeja de una zona en la que hay aguas fecales?", recalca.

Por el momento, la muestra ya ha sido enviada esta semana y los trabajadores ya aguardan impacientes por unos resultados que llegarán inminentemente y podrían trastocar mucho los planes de producción y recolección. Aunque el parámetro en sí no ayudará a acabar definitivamente con un problema cíclico cuya solución es mucho más compleja.