La presencia de la bacteria fecal Escherichia coli en las aguas de Raxó es algo habitual en los últimos años. Precisamente la alta concentración de esta bacteria infecciosa encontrada en los análisis del agua del mar hizo que la Consellería de Sanidade decretase a finales del año 2016 a la playa de Raxó como no recomendada para el baño.

El Concello de Poio se puso entonces a trabajar en las diferentes canalizaciones de la zona para analizar los vertidos y encontrar soluciones. Y tras varios meses, logró que los análisis periódicos hechos por la Xunta en período estival fuesen acordes con las exigencias autonómicas, que devolvió a las aguas del arenal la calificación de "calidad suficiente para el baño". Curiosamente, unos metros más hacia el oeste, la playa de Xiorto acumula desde hace años la nota de "excelente", máxima puntuación en cuanto a salubridad de sus aguas.

El revés para el sector bateeiro llega después de varios meses en el que los fenómenos naturales han acompañado bastante. El año pasado fue "positivo" para los mejilloneros, que apenas sufrieron la presencia de biotoxinas que obligasen a cerrar la producción de los polígonos. La última marea roja finalizó en noviembre y duró aproximadamente un mes, por lo que permitió reabrir los viveros para la Navidad, la temporada alta en cuanto a productos del mar se refiere.