El paso de la borrasca "Félix" por la comarca, con fuertes vientos, alerta roja de temporal costero y altas precipitaciones mantiene desde primeras horas de ayer en alerta a todos los servicios de emergencia, que ya tuvieron que actuar durante la madrugada para atender un reguero de incidentes que se produjeron entre las doce de la noche y las seis de la mañana de ayer sábado. Al margen de atender los percances que puedan ocurrir, los efectivos de emergencias prestan especial atención al caudal de los ríos y a los afectos del mar en la costa.

Ríos como el Lérez en Pontevedra, el Verdugo en Ponte Caldelas y Pontesampaio, el Umia en Caldas y el Gallo en Cuntis presentaban a última hora de ayer un nivel muy elevado y había brigadas en disposición de actuar por si era necesario. Tanto el Gallo como el Umia, en Cuntis y Caldas, presentaban por la mañana un caudal muy elevado, debido a la apertura de las compuestas del embalse del Umia, con el fin de poder acumular agua en los peores momentos del temporal. De este modo, se produjeron algunos desbordamientos en Godos o en Vilanova o Ribadumia, aunque sin grandes consecuencias, si bien la marea alta llegó a las once de la noche.

Mientras tanto, en la costa toda la flota permanece amarrada y los pescadores comprobaban a última hora que las embarcaciones estuvieran bien sujetas para evitar que el viejo las deje a la deriva. Algunos marineros aún veían algún aspecto positivo de este temporal por la "necesidad de mover el fondo". Por su parte, los servicios de emergencia de municipios costeros, como Sanxenxo, realizaban a media tarde de ayer un recorrido por las playas para comprobar los efectos del mar.

Incidencias

Aunque lo peor del temporal entraba a última hora de ayer, ya 24 horas antes causó incidentes en la comarca que obligaron a intervenir a los servicios de emergencia. Así, en Pontevedra se registraron a esas horas rachas superiores a los setenta kilómetros por hora que provocaron desprendimientos en tejado de edificios de las calles Ernesto Caballero y Manuel del Palacio, así como la rotura de un panel lateral que recubre el Pabellón Municipal, donde tuvieron que actuar los Bomberos. El panel cayó sobre un coche aparcado

También hubo caídas de carteles publicitarios, árboles y señales en Reina Victoria, Lourizán, Xeve o la avenida de Marín, e incluso un semáforo se fue al suelo en As Corbaceiras.

En Sanxenxo, donde el viento fue más intenso desde la última hora del viernes, los servicios de emergencia ya tuvieron que intervenir en la madrugada de ayer por tres farolas rotas en A Laxe, Dorrón y Vilalonga, unos desprendimientos en una fachada en la rúa Constitución, una señal caída en Vilalonga y árboles desplomados en varios puntos del municipio, entre otros incidentes. Por la tarde hubo que retirar un árbol que obstaculizaba parcialmente un carril del corredor entre Portonovo y A Lanzada, en Noalla.

Según Protección Civil de Poio, en este municipio cayó un árbol sobre un vial secundario de Covelo y los contenedores fueron desplazados por el viento en la PO-308, un problema común en otros municipios. En Cuntis y Portas también actuaron sus efectivos de Protección Civil por árboles caídos y otros problemas. Además, se registraron granizadas que complicaron la circulación por momentos.

En Pontevedra fue necesario amarrar con cinchas de alta resistencia el magnolio de la plaza de Méndez Núñez para evitar que los fuertes vientos agravaran su estado y provocaran su caída. El árbol presenta dos grandes brechas que obligaron a podar muchas de sus ramas para reducir su peso ante el riesgo de caer sobre la vía pública y los edificios adyacentes.