El proyecto de la Vía Verde do Salnés, impulsado por los Concellos de Vilagarcía de Arousa, Caldas de Reis y Portas, podrá iniciarse este año, tras concretarse las financiaciones de la Xunta de Galicia y la Diputación de Pontevedra, aunque aún están a la espera de una entrevista con representantes de la Administración del Estado. La directora xeral de Patrimonio Natural de la Consellería de Medio Ambiente e Ordenación do Territorio, Ana Díaz, recibe esta semana el documento técnico de manos de los tres alcaldes.

Se trata de una segunda parte de las negociaciones este departamento de la Xunta de Galicia para obtener la financiación necesaria con destino a la ejecución de las obras de la senda ciclista y peatonal que recorrerá el tramo que antaño estuvo ocupado por las vías del ferrocarril entre los tres ayuntamientos y que quedó en desuso como consecuencia de las obras del nuevo trazado para el Eje Atlántico de Alta Velocidad Ferroviaria.

Los regidores de Caldas, Portas y Vilagarcía ya se entrevistaron con la titular de Medio Ambiente, Beatriz Mato, quien prometió una aportación del 35% el coste de la ejecución de la Vía Verde do Salnés, presupuestada en 565.533 euros, según explicaron los alcaldes.

La Vía Verde do Salnés será la primera que ocupe territorio íntegramente en Galicia aprovechando el trazado de vías del ferrocarril en desuso que pasa por los tres municipios. Esta senda peatonal y para ciclistas que destaca por su itinerario ambiental, paisajístico, turístico y patrimonial. Todos coincidieron en la necesidad de comenzar los trabajos cuanto antes con el objetivo de que la senda pueda estar en uso ya para la próxima temporada de verano, aunque reconocen que los plazos son bastante justos.

El proyecto fue redactado por los técnicos de la Fundación de Ferrocarriles Españoles y su plazo de ejecución es de diez meses y abarca 9.195 metros de longitud entre los tres ayuntamientos.

Trazado

El trazado se reparte entre los 1.795 metros que discurren por Vilagarcía de Arousa, en la parroquia de Rubiáns, 4.917 por Caldas de Reis y 2.483 metros en Portas. La senda va desde el lugar vilagariano de Abelle hasta la estación de Portas, en las inmediaciones de la vieja azucarera.

La actuación consistirá básicamente en el acondicionamiento de la plataforma por la que discurrían las viejas vías del tren y su conversión en una senda para uso peatonal y cicloturista, utilizando materiales acordes con el entorno.

El proyecto incluye equipamientos complementarios, como la adecuación de los accesos, la creación de miradores en las zonas en las que la senda se ensancha, y habilitación de áreas de descanso equipadas con señalización informativa y elementos auxiliares como bancos, mesas y papeleras. También se prevé la construcción de pequeñas obras de drenaje y de reforestación.

Uno de los elementos que destaca en la ruta es el puente metálico sobre el río Umia, en el límite entre Caldas de Reis y Portas. Se trata de una estructura de 64 metros de longitud y 3 vanos que se considera un excelente ejemplo de la ingeniería ferroviaria de finales del siglo XIX. El puente se acondicionará para el tránsito de personas y cicloturistas, con un entablado de madera pretratada.

Acceso de vehículos

Dado que la vía verde do Salnés cuenta con numeroso cruce de otras vías a lo largo de su trazado se estudia la instalación de elementos que impidan el acceso de vehículos a la senda peatonal. También se acondicionarán y señalarán caminos que permitan a los peatones o ciclistas acceder a la vía verde por distintos puntos de su trazado, de forma que no sea preciso comenzar el recorrido por sus extremos.

El proyecto ya cuenta con el respaldo de la Diputación de Pontevedra. Una vez determinado el porcentaje con el que contribuirá financieramente la Xunta de Galicia, se concretará la parte que aportará la administración provincial. De este modo, tras la reunión con la directora de Patrimonio Natural, los regidores Alberto Varela Paz, José Manuel Rey y Víctor Estévez volverán a reunirse con los directivos de la Diputación.