¿Habría Pontevedra sin el convento de Santo Domingo, sin San Francisco, sin Santa María, San Bartolomé o esa Peregrina de arquitectura singular, una invitación permanente a la visitar a la Virgen? ¿Puede entenderse esta ciudad sin sus monumentos, historia artística y de fe? El arzobispo emérito de Madrid, Antonio María Rouco Varela, reivindicó con estos interrogantes el legado cultural de la religión al leer el pregón de la Semana Santa 2018.

El público llenó anoche el Teatro Principal para presenciar esta simbólica bienvenida. Entre los asistentes, el sucesor de Rouco Varela en el arzobispado de Santiago, Julián Barrio, y numerosos párrocos a los que el cardenal felicitó, tras citar a varios sacerdotes que han ejercido en Pontevedra, por haber cuidado "muy intensamente de la caridad, que nace de la fe y del reino vivo y gozoso de la esperanza".

El pregonero se felicitó por la "buena noticia" de que "en los últimos 20 años la Semana Santa de Pontevedra haya adquirido esplendor", antes de incidir en que toda la historia cristiana, enraizada en el Evangelio, es en sí misma un pregón, un anuncio, ya sea de la llegada de Cristo, de su mensaje, del anuncio de su pasión o muerte, de su resurrección etc.

"Este pregón es un eco lejano de ese" primer anuncio de la Resurrección, señaló antes de afirmar que "hacer un pregón de Semana Santa en Pontevedra supone que hay que creer antes... A la fe no se le pide que pelee con la razón, todo lo contrario, se siente a gusto iluminada por la razón y a la inversa".

También expresó su emoción por los nombres de las cofradías de la ciudad (Corpo Santo, Espíritu Santo, Silencio...) y recordó que a partir del siglo XII Pontevedra despega económica, social y culturalmente y también en lo religioso "siempre impulsada por la fe cristiana de la inmensa mayoría de sus habitantes y sus familias".

A renglón seguido, invitó a los asistentes a vivir la próxima Semana Santa como "un gran pregón, el gran, fundamental y básico" de la vigencia, "la verdad y la actualidad de la gracia que el hijo de Dios nos trajo haciéndose hombre".

La intervención del que fue arzobispo de Madrid 23 años, además líder absoluto del episcopado español durante una década, es el primero de los actos que organiza la Junta Coordinadora de la Semana Santa como anticipo de las procesiones y demás celebraciones religiosas que conmemoran la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo.

La siguiente cita será, el día 17 del próximo mes de marzo, la misa que organizan las cofradías y en la que se recordará a los fallecidos de estas agrupaciones penitenciales. El oficio tendrá lugar en la basílica de Santa María a partir de las 20 horas.

Por su parte, el programa central de la Semana Santa arrancará el 25 de marzo con la tradicional bendición de palmas y ramos y la procesión de La Burrita.

Los portavoces de la Junta Coordinadora confirmaron a FARO que "no habrá novedades significativas" y se repetirá la programación de ediciones anteriores, si bien con alguna novedad complementaria que se anunciará en breve.