Gustavo Sabarís, responsable de la empresa caldense Sepymedical, encaragada de la cesión de esta moto, señala que todavía existe entre la sociedad un enorme desconocimiento con respecto a los vehículos eléctricos: "La gente piensa que va a ser lento o de difícil recarga. Y para nada es así. Al contrario. Los que van probando la moto se desengañan y se dan cuenta de que los conceptos son muy diferentes y están relacionados con la accesibilidad y la ecología".

Sabarís explica que desde su empresa no se tiene constancia de que haya en Galicia otro vehículo "similar" al que ahora mismo utiliza el Concello de Caldas y que ya ha pasad por O Grove y Boiro. "Que yo sepa, es el único. Lo prestamos un poco bajo demanda. Ahora lo ha solicitado Cuntis y posteriormente el ayuntamiento coruñés de Brión", expone.

La idea que tiene Sabarís con este tipo de convenios es que "poco a poco, las administraciones pierdan el miedo a los vehículos eléctricos". "Aún queda mucho por andar. En España vamos muy retrasados, porque faltan muchos puntos de recarga específicos (aunque esta moto no los necesita)", continúa.

Esta ronda de cesiones está permitiendo acercar el vehículo al poder político. Las conclusiones están siendo muy positivas, aunque de momento "no hay encargos de compra". "Imagino que a medio plazo sí, porque a todos les está gustando mucho. Pero ya sabemos que los Concellos tienen que ceñirse a unos presupuestos. De todos modos, la idea es sensibilizar y concienciar a las administraciones para que en el futuro cuenten con una flota con algún eléctrico al menos", finaliza.