La vecina acusada a la que se le solicitaba una pena de dos años de cárcel y el derribo de su vivienda, Esther Mariño, señaló al término del juicio que "el sentido común, por suerte, imperó".

"Es un trago difícil verte en este tipo de situaciones. Te están acusando de cometer un delito. No me siento una delicuente ni hice nada que conllevase una pena de cárcel. Creo que no se está teniendo en cuenta que muchas de estas situaciones vienen porque el sistema urbanístico en este país es un caos", señaló.

"Demostramos que la parcela estaba ocupada por una construcción. La APLU dice no tenerlo constatado, pero el propio juez revisando las fotos aéreas lo ha constatado. Al introducirlo como prueba, queda anulado lo expuesto por las inspectoras, que ligaban la continuación del expediente a que ahí no se pudiese demostrar la presencia de una construcción", explicó Mariño "aliviada". "Solo espero que ninguno de los vecinos que está esperando para que se le marque fecha de juicio tenga que volver a pasar por este trago", finalizó.