Con mucha prudencia recibió ayer la familia de Sonia Iglesias la noticia del registro de la casa propiedad de su expareja, a escasos metros del cementerio de San Mauro. Con mucha prudencia, pero también con pocas esperanzas.

"Lo sabemos desde primera hora de la mañana, pero no tenemos ninguna esperanza". De esta manera se expresaba a FARO la hermana de la desaparecida, Mari Carmen Iglesias, al filo del mediodía, mientras tenía lugar el registro de la casa de la familia de la ex pareja de la pontevedresa desaparecida hace casi ocho años, que finalmente se prolongó hasta pasadas las nueve de la noche.

La familia se enteró del registro policial a través de los medios de comunicación. "Fue así como lo supe, porque yo ahora mismo estoy trabajando", afirmó su hermana.

Señaló que la propiedad registrada se encuentra en venta desde hace tiempo. "Tiene un letrero de una o varias inmobiliarias de que se vende, por lo que no tenemos muchas esperanzas, como en otras ocasiones en las que se revisaron otros sitios y tampoco se encontró nada", se lamentó.

En este sentido, confesó desconocer los motivos de esta nueva actuación sobre el caso. "No sé qué pista es la que siguen. Simplemente nuestra abogada se puso en contacto conmigo para confirmarme que sí era cierto que la estaban buscando allí", explicó.

Su principal preocupación fue informar a sus padres, ya que, casualmente él se encuentra hospitalizado y su madre lo está acompañando. "Los llamé por si escuchan algo y no se asusten", afirmó Mari Carmen Iglesias, que durante todo el día estuvo pendiente del teléfono ante cualquier novedad.

Mari Carmen Iglesias se ha convertido en la portavoz de la familia desde que el duro trance de la desaparición de su hermana truncó sus vidas.

El pasado verano, con motivo de los siete años de la ausencia de Sonia Iglesias, concedía una entrevista a este periódico en la que lamentaba que "cuanto más tiempo pasa, más difícil es que se pueda llegar a saber algo".

Ayer tenía lugar uno de esos registros, aunque en esta ocasión, por el paso del tiempo, generó una gran expectación mediática y socia. Finalmente no se pudo dar la noticia más esperada y ansiada por los allegados de Sonia Iglesias: la de su aparición.

"Aunque se dice que es lo último que se pierde, con el paso de los años ves que es más difícil que pueda salir a la luz algún nuevo indicio", decía el pasado verano Mari Carmen Iglesias.

En este sentido, mostraba su pesar por que "se perdiese la oportunidad en los primeros días de haber hecho más cosas de las que se hicieron, como ves ahora en otros casos".

"En otros casos ves que en los primeros momentos detienen a sus exparejas, los interrogan... Pero en el caso de mi hermana eso no sucedió. Pasaron tres o cuatro días antes de que viniera la UDEV de Madrid (la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta) y después fuimos todos a declarar, pero no hubo nadie detenido en ningún momento", subrayaba.

Sus sospechas no han cambiado desde entonces, cuando aseguraba que "siete años después miras quién es la única persona que ha salido beneficiada y ves que solo es una. No hay ninguna otra. Todo el entorno de Sonia hemos salido perdiendo. La única persona que ha salido ganando es una".

Se refería a que Julio Araújo continúa viviendo en el piso propiedad de Sonia Iglesias, "aprovechándose de la situación de que tienen un hijo en común, que sigue siendo menor de edad".

La familia más cercana encabeza cada mes de agosto (Sonia desapareció el día 18 de ese mes en 2010) la pancarta de una manifestación en la que el mensaje es el mismo, que sigue muy viva en el recuerdo y que cuenta con el apoyo de todos los suyos.

"Sin el apoyo ciudadano estos años serían más difíciles de llevar. Sin ellos no estaríamos aquí. Nos consta, que al igual que nosotros, quieren saber qué pasó realmente", agradece su hermana.