El gobierno local tiene en cartera un cambio global del sistema informático municipal, en especial el referido a la gestión fiscal y tributaria. Sin embargo, su ejecución efectiva se plantea a medio plazo, con fondos europeos del plan DUSI (incluso para el próximo mandato) y aún con un horizonte más lejano se plantea la idea de ofrecer a los contribuyentes una tarifa plana que se cobre cada dos meses con una cuota fija en recibos de tasas e impuestos como el agua y el saneamiento, la basura y el IBI.

La cuantía de todos esos recibos se uniría en una única anual y su abono se repartiría en varias cuotas a lo largo del año, con una corrección al alza o a la baja al final del ejercicio para ajustar su importe real.

González Carballo admitió ayer que esta opción "se vería con buenos ojos" si bien es una idea "a largo plazo" que "ya se aplica en otros municipios y que se podría utilizar con una nueva herramienta informática".