El sindicato médico CESM denunció ayer "el deterioro sanitario" en Galicia, que "el Sergas niega sistemáticamente".

En un comunicado de prensa, los médicos consideran que el escrito remitido por el hasta ahora jefe del servicio de Oftalmología del CHOP, Pedro Corsino Fernández Vila, "destapa muchas de las denuncias que presentan asociaciones sanitarias y CESM sobre lo que está pasando en la sanidad pública gallega".

"Lo primero que pone de manifiesto es la total complicidad y servilismo que mantienen los jefes de servicio con las gerencias de los centros, ya que hoy casi todos los jefes de servicio han sido nombrados a medida de los actuales gobernantes y todos son provisionales", considera CESM.

En el caso de Pontevedra en concreto, subraya que es evidente "el tremendo deterioro asistencial de los pacientes con cataratas que produjo las medidas adoptadas por la gerencia anterior y al que la actual no sabe dar una solución".

Asimismo, creen que la dimisión de Corsino demuestra los graves recortes a los que se está sometiendo a la sanidad pública. "No contratan a los efectivos necesarios y no es cierto que no haya facultativos para contratar. Esto perjudica gravemente la salud y el bienestar de los pacientes", se lamentan los médicos.

Guerra de cifras

La guerra de cifras es otra de las cuestiones que CESM destaca. Mientras que las oficiales hablan de 488 pacientes con una espera media de 45,9 días para operarse de cataratas en Pontevedra, las manejadas desde el propio servicio de Oftalmología dejan un balance muy diferente que casi las cuatriplica: 1.852 pacientes y una demora media de más de 16 meses.

"Se organizan sistemas totalmente temerarios y de absoluto desprecio a los pacientes con tal de vender buenos resultados publicitarios", critican.