A través de las cifras de venta de cigarillos también se pueden observar ciertos cambios de hábitos en los fumadores pontevedreses, al menos en apariencia. Y es que, por ejemplo, si se comparan las ventas de las distintas labores de tabaco de 2017 con las de 2016 se aprecia que la venta de tabaco para pipa es la única labor que aumenta en ventas en cuanto a unidades vendidas. En este caso pasó de 6.641 en 2016 a 7,9 toneladas el pasado año.

El resto bajan todos, desde las cajetillas a los cigarros, y también el tabaco de liar (que sin embargo también venía experimentando un fuerte aumento en años anteriores). Sin embargo, esto no quiere decir que cada vez sean más los pontevedreses que, pipa en mano, se disponen a disfrutar de este tipo de tabaco. Un estanquero pontevedrés explica como muchos fumadores eligen este tipo de tabaco por su mejor precio pero no para fumar en pipa, sino para confeccionar sus pitillos con papel de liar.

En cuanto al tabaco y al papel de liar es imposible hacer una comparativa con las ventas hace diez años, dado que las estadísticas entonces recogen las ventas en bolsas y ahora en kilos. No obstante, sí se detecta un incremento del tabaco de liar y de pipa en los últimos años. Así, por ejemplo, en el año 2011, cuando ya se contabiliza en kilos, se vendían en la provincia 103 toneladas de tabaco de liar al año y el pasado ejercicio se comercializaron 109 toneladas. Lo mismo sucede con el tabaco para pipa, cuyas ventas crecen con respecto a 2011 en más de una tonelada al año.

En cuanto al consumo de cigarros, este también bajó pasando de 53,6 millones de unidades vendidas en 2016 a las 51,9 de 2017. La caída no es tan elevada respecto a hace diez años cuando las ventas eran ligeramente superiores a los 54 millones de cigarros.