El Puerto de Marín contará en los próximos meses con una notable mejora en sus sistemas de control marítimo en toda la ría, gracias al suministro e instalación de una torre radar que acaba de ser adjudicada a la empresa Deimos Space por algo más de 632.000 euros. Este nuevo radar se ubicará en las instalaciones de la Autoridad Portuaria sobre una torre de celosía de quince metros de altura. Se calcula que el peso total puede rondar los 600 kilogramos.

Según el anuncio por el que se confirma esta adjudicación, el plazo de ejecución es de unos tres meses y se trata de reforzar el equipamiento electrónico para controlar el tráfico marítimo que entra y sale del puerto por la ría, todo ello integrado en el sistema ya existente en el Centro de Coordinación de Salvamento Marítimo de Vigo.

El radar es un modelo Atlas 1000, con una antena de 6,5 metros de longitud de pala y cumple una serie de condicionantes técnicos en cuanto a potencia de emisión, frecuencia de trabajo y otros detalles. La Autoridad Portuaria convocó este concurso en julio pasado, con un presupuesto inicial de más de 700.000 euros, pero en septiembre se amplió el plazo de recepción de ofertas, que fueron analizados desde finales de noviembre.

Con este sistema, se trata de reforzar el control y seguimiento del tránsito de buques por la ría que es mucho mayor que el que genera el propio puerto de Marín, dada la existencia de varias dársenas pesqueras y deportivas en ambas orillas, desde Bueu y Marín por un lado hasta Sanxenxo y Poio por el otro, además de las propias instalaciones de Pontevedra.

Solo el Puerto supone el movimiento anual de medio millar de mercantes, sin contar las embarcaciones auxiliares, en especial remolcadores, ni el tráfico que genera la Escuela Naval.

526 buques en 2017

Durante el pasado año, según los datos provisionales del Ministerio de Fomento, las instalaciones portuarias recibieron, para cargas y descargas, un total de 526 barcos, con un tráfico de mercancías que superó por primera vez en la historia los 2,5 millones de toneladas, un 7% más que en el ejercicio anterior. El tráfico de contenedores volvió ayer uno de los de mayor crecimiento, al aumentar un 46%, si bien mejoró un 61% el de materiales de construcción y un 33% el de componentes eólicos. La fruta creció un 6%, más o menos igual que la pasta de papel.

Se da la circunstancia de que el número de mercantes es similar, o incluso más bajo que en años anteriores, pero en cambio, tienen una capacidad de carga más amplia. Es decir, son de mayor tamaño, lo que hace más complejas sus maniobras en la ría, de ahí este refuerzo del control del tráfico marítimo.

Por otra parte, al margen de esta adjudicación, la Autoridad Portuaria ha cerrado en los últimos meses la adjudicación de diversos contratos menores, como la actualización de la valoración de los terrenos y la lámina de agua de la zona de servicios, la ampliación de la calzada del vial de acceso al nuevo muelle comercial, mantenimientos en la red ferroviaria interna o el control de calidad de las obras de ampliación del Puesto de Inspección Fronteriza.