Ya dice el refrán que nunca llueve a gusto de todos. Hace poco más de dos meses que los pontevedreses y todos los gallegos suplicábamos por la llegada de las lluvias y desde que aparecieron en diciembre casi no nos dieron tregua. Y lo peor es que ahora nos ha chafado parte del Carnaval.

Precisamente uno de los días grandes del Entroido, el Martes de Carnaval, fue una de las jornadas más lluviosas del último año. En la ciudad de Pontevedra se registraban 39 litros por metros cuadrado a última hora de la tarde, una cifra que se rozó en otras jornadas desde febrero de 2017 -es decir, hace ahora un año- pero que nunca se superó salvo en una ocasión, el pasado 14 de diciembre coincidiendo con el paso de una ciclogénesis explosiva.

Así, el segundo día más lluvioso en los últimos doce meses chafó los planes de los choqueiros en el señalado Martes de Entroido. En el lado positivo de la balanza, los ríos y embalses siguen mejorando su caudal y la sequía (que todavía no se ha dado por finalizada) cada vez parece un fantasma más lejano. De hecho, en los últimos dos meses y medio (diciembre, enero y febrero) se ha recogido ya tanta agua (algo más de 550 litros por metro cuadrado) como en los diez meses anteriores en su conjunto.

Las lluvias tampoco abandonarán el Carnaval pontevedrés en el miércoles de ceniza, dado que para mañana se mantiene activa la alerta amarilla por lluvias en toda la provincia de Pontevedra por precipitaciones que podrían superar los 40 litros por metro cuadrado en 12 horas, alerta que se mantiene activa hasta las tres de la tarde de hoy.