El turismo tiene una enorme incidencia en Poio, sobre todo en los meses estivales. Sectores como el comercio, la hostelería o los servicios ven cómo la presencia de visitantes hace que el volumen de negocio aumente. Pero no son los únicos contextos en los que el turismo influye para disparar las cifras. Sino, que se le pregunten a la Policía Local, que el pasado 2017 vio como el incremento de la presencia de personas no residentes en la localidad condujo a engrosar el número de infracciones viarias.
El verano, por ser la estación en la que más desplazamientos y eventos al aire libre se llevan a cabo, siempre suele aglutinar un número más elevado de infracciones. Sin embargo, en Poio la cifra llama la atención: más de la mitad de las denuncias administrativas tramitadas por la Policía Local en materia de tráfico se produjo entres los meses de junio, julio y agosto.
El 51% de las infracciones registradas en la localidad por el cuerpo municipal durante 2017 se aglutinó en esos 90 días. Solo en agosto se registraron el 27,91% de las denuncias anuales. En julio fueron el 16,4%. Y en junio, el 6,98%. Estas cuotas también fueron causadas por el incremento de agentes de Policía durante esos meses para reforzar la atención ciudadana.
Mientras, el tercer mes con más denuncias fue abril (9,13%), que coincidió con el período de vacaciones de Semana Santa y, por tanto, con época turística.
Otro dato que redunda en la importancia del turismo en la potenciación de la cifra de infracciones es que tan solo el 27,92% de los infractores residían en Poio. Es decir, poco más de uno de cada cuatro conductores pertenecía al municipio. De hecho, el 34,37% de las personas a las que se le cobró una multa resultaron ser de fuera de la provincia. Los residentes en la provincia pero no en Poio fueron mayoría, con un 37,71%, lo que demuestra también la enorme importancia de la PO-308 como vial principal para articular comunicaciones entre Pontevedra y parte de O Salnés.
De este modo, 2017 se cerró como el año con más denuncias desde el 2010. Fueron 1560. Es decir, 72 más que en 2016 y 22 más que en el 2013, el año que hasta ahora tenía el récord. La cifra recaudatoria se asemeja, por tanto, a los casi 140.000 euros de los que informó el PP hace un mes.
"Ahora se hacen más controles y procuramos estar más encima de los conductores por cuestiones de seguridad vial. Es lógico y bueno", explicó el concejal de Seguridad Ciudadana, Xosé Luis Martínez, durante la presentación de la memoria de la Policía.
