Temperaturas próximas a cero grados, y con una sensación térmica aún más baja presiden desde hace unos días la climatología en la comarca. Aunque las precipitaciones son muy escasas, la nueve sí regresó ayer al interior de la comarca. Después de un primer asomo durante el fin de semana, numerosas zonas de A Lama amanecieron ayer teñidas de blanco. Al menos entre Antas y Pigarzos la carretera de acceso estuvo "impracticable" hasta las nueve de la mañana aproximadamente, según apuntan vecinos de la zona, que no pudieron moverse del pueblo hasta que las máquinas de la Diputación arrojaron sal, una labor que ya se había efectuado en la boche anterior pero que fue insuficiente ante la nueva caída por la noche.

Esta situación dificultó también el acceso del transporte escolar a las áreas más afectadas por la nieve y no fue posible completar todas las rutas en el horario habitual. Incluso hubo precipitaciones en cotas más bajas, próximas a Ponte Caldelas, aunque no llegó a cuajar. Eso sí, a media mañana apenas era ya perceptible el manto blanco, al contrario de lo que ocurrió en zonas del Deza e incluso en puntos altos de Cerdedo-Cotobade y Forcarei. La helada extendió un manto blanco sobre O Salnés y en el monte Xiabre, en Caldas, cayeron copos de nieve.

Las temperaturas mínimas en la comarca oscilaron entre 1 y 4 grados, aunque la sensación térmica hacía notar mucho más frío, una situación que se repite desde hace varios días.

Por ello, el Concello de Pontevedra tiene activado de forma "casi constante" el protocolo de frío para atender a las personas "sin hogar" que duermen en la calle. Según fuentes del departamento municipal de Servicios Sociales, están a pleno rendimiento los dos albergues de Cáritas y Calor y Café. La Policía Local deriva a estas personas a estos dos establecimientos, pero además se han repartido ropas de abrigo y sacos de dormir entre aquellos "sin techo" que declinan esta oferta y prefieren seguir en la calle.