El sector financiero, el de la energía y el inmobiliario. O lo que es lo mismo: las cláusulas abusivas de las hipotecas, los recibos de la luz y los recibos de los servicios telefónicos. Estos son los tres sectores que provocan más quebraderos de cabeza a los pontevedreses y que generan la mayor cantidad de reclamaciones ante consumo que canaliza la Asociación de Amas de Casa y Consumidores Rías Baixas a través de la oficina que tiene en la calle Michelena. Entre las tres suman el 81% de las quejas que tramitó esta entidad.
Según los datos de la asociación, el 2017 fue el ejercicio de las reclamaciones por las cláusulas suelo. Aunque hay quejas por otros servicios contratados por los bancos, este fue el que se llevó la palma el año pasado y el que provocó que los expedientes relacionados con el sector financiero se multiplicasen por nueve pasando de tan solo 13 en 2016 a un total de 115 el pasado año. Es decir, 102 más. Solo este tipo de quejas suman más de la mitad del trabajo (un 58%) de todas las reclamaciones.
"Hablar con una pared"
Según explica la técnica de consumo de la asociación, María Álvarez, en la mayor parte de los casos estas reclamaciones ante el sector financiero por la vía administrativa derivaron en una reclamación por la vía judicial, dado que en materia de consumo esta especialista explica de forma muy gráfica que negociar con las grandes entidades financieras sobre reclamaciones en materia de consumo resultaba, en la mayoría de los casos, "como hablar con una pared". Una prueba de ello es comprobar cómo el juzgado especializado en cláusulas suelo para la provincia superaba ya a final de año las 2.700 denuncias presentadas tras comenzar a funcionar en junio.
El segundo lugar en este podium de dudosa reputación está el sector de las telecomunicaciones. La mayoría de las quejas se refieren a la telefonía móvil y a la contratación de servicios de internet. El año pasaron sumó 24 del total de las 195 reclamaciones tramitadas por el servicio de consumo de Rías Baixas, es decir un 12% del total. Una cifra que supone un incremento de casi doble con respecto a las quejas del año anterior que fueron 13.
María Álvarez explica que en este sector económico las reclamaciones son muy variadas en este sector pero que en muchas ocasiones tienen que ver con "publicidad engañosa y ofertas que se le hace al cliente y que luego nunca se acaban por cumplir". También hay reclamaciones por penalizaciones que los consumidores y usuarios consideran injustas.
La medalla de bronce en cuanto a quejas en materia de consumo se la lleva el sector de la energía. Aunque suma unas pocas reclamaciones menos que el de las telecomunicaciones en este balance de 2017, sí que es cierto que el crecimiento en cuanto al número de requerimientos formales es mayor. Las quejas se triplicaron con respecto al 2016 al pasar de tan solo siete a un total de 20. Suman el 10% de las quejas tramitadas por Rías Baixas.
En este ámbito, las principales quejas se refieren habitualmente a facturaciones excesivas, en ocasiones debido a que se realizan de forma estimativa llegando en ocasiones a los límites permitidos
Contadores digitales
En este punto, María Álvarez destaca sobre todo la problemática generada con la instalación de los contadores digitales y con algunos fallos en la lectura que supuestamente se debería realizar en tiempo a real o por vía telemática, pero que finalmente provocan que no se pueda realizar esta lectura real y que tenga que recurrirse de nuevo a la factura estimativa a la hora de pasar el recibo, generando problemas al cliente.
En todo caso, María Álvarez remarca que estas cifras se refieren únicamente a reclamaciones, dado que la actividad de Rías Baixas a la hora de asesorar al cliente es mucho mayor. Fueron un total de 195 reclamaciones formales ante consumo (137 más que en 2016) pero si contamos además las consultas, los pontevedreses solicitaron un total de 359 (62 más que el anterior ejercicio). Los tres sectores antes citados son los que aglutinan el mayor número de consultas.
Seguros
El cuarto puesto en cuanto a reclamaciones, pero ya lejos de estos tres, lo ocupa el sector de las aseguradoras, con 7 quejas, tres más que en 2016. Los únicos sectores que descienden en cuanto a usuarios descontentos fueron los de la automoción, la salud y estética y el de transportes.
Otros ámbitos en los que crecen las reclamaciones, aunque mantienen un número más o menos reducido de quejas, son el de la industria textil y de la confección, el cuero y calzado, el de los aparatos electrónicos, el óptico y maquinaria, el de los servicios a domicilio y el de los servicios de innovación y seguridad.
