La Illa das Esculturas acoge un extraño caso de naturaleza enfrentada al arte. Se trata de la escultura "A Casiña", del artista portugués José Pedro Croft, y que ha visto como se desplazaban algunas de sus piezas de granito que forman las paredesy el tejado de este conjunto debido al crecimiento de los árboles en los que está embutida esta obra.

Es por ello que el Concello de Pontevedra inició ayer los trabajos para su reparación de esta pieza. La intervención se realiza después de que la concejalía de Parques solicitase un presupuesto de rehabilitación a la empresa Xeve, especializada en escultura y cantería, para que estudiase y propusiese una intervención. Dado que el responsable de esta firma trabajó en su día en la instalación de todo el complejo escultórico de la Illa do Covo, la intervención se hace desde un punto de vista técnico pero también respetando la esencia artística de "A Casiña", después de hablar con el comisario de la exposición, Antón Castro.

La propuesta de la empresa consiste en no fijar o coser la estructura dado que cuando hay un colapso estructural, este no avisa en forma de fisuras o de desplazamientos, por lo que se opta por tratar pieza a pieza, estudiando cada detalle de cada una de ellas.Sobre las losas rotas de la cubierta se van a reponer con otras de iguales características, además de sujetar las de los laterales, después de limpiar las raíces que hacen que se muevan. Los trabajos se completarán con una pequeña poda de los árboles para poder reponer las losas y también para evitar futuros daños.

"A Casiña" se enmarca en el proyecto de la Illa das Esculturas en el que participaron 12 artistas estatales e internacionales.