Pontevedra reclama que también se eliminen los peajes en tramos de la AP-9 en la comarca

Los alcaldes de Pontevedra, Vilaboa, Barro y Poio, cuatro de los municipios atravesados en mayor o menos medida por este vial, coincidieron ayer en demandar del Estado medidas parecidas para recorridos como Vilaboa-Pontevedra (unos seis kilómetros con un peaje de 1,05 euros) o Pontevedra-Curro (diez kilómetros que se pagan a 1,30 euros).

La demanda de la comarca tiene, eso sí, una matización con respecto a Vigo-Redondela: que no se repercuta la anulación de esos peajes en el resto de tarifas de la AP-9, como se propone para la medida anunciada el martes. Esa fórmula es rechazada por todos los alcaldes consultados, que también lamentan el retraso que acumulan varias obras de mejora del vial anunciadas hace años pero nunca ejecutadas, en especial la reforma de los enlaces de Vilaboa y de Bomberos, en el nudo Norte de Pontevedra.

Aunque felicitan a Redondela por lograr una anulación que se persigue desde hace años, los alcaldes de la comarca subrayan que en Pontevedra también existe un tráfico vinculado al Puerto de Marín y al tejido empresarial local, desde el polígono de Barro-Meis a los de O Campiño y A Reigosa "que no tienen otra alternativa más que la AP-9 y pagando".

El alcalde de Pontevedra, Miguel Fernández Lores calificó ayer de "agravio comparativo" que los usuarios de toda la AP-9 tengan que sufragar la anulación del peaje en cualquier otro tramo. Tras recordar que la autopista "está más que amortizada", denunció los "pingües beneficios" de la concesionaria "de los que los gallegos no vemos nada, ya que ni siquiera paga el IBI al estar bonificado por el Estado. Lo único que hacemos es pagar", por lo que aboga por "rescatar la concesión y transferir la gestión a Galicia". Subraya que "los pontevedreses no tienen una alternativa libre de peaje para poder elegir", ya que la N-550 está saturada y la autovía A-57 aún está "en pañales".

El regidor de Vilaboa, José Luis Poceiro, se enfrenta al hecho de soportar en el territorio municipal varios kilómetros de la AP-9, un peaje, un área de mantenimiento de Fomento y un enlace incompleto "sin beneficio alguno". "Me parece fantástico que se anule el peaje de Redondela, pero los demás seguimos pagando y más caro y ya está bien de pagar la misma cosa cuarenta veces", dice de forma vehemente.

Poceiro subraya que muchos de sus vecinos precisan de la AP-9 para ir a trabajar "y ni siquiera se rotula el municipio en los carteles", por lo que reclama "que se aborde este asunto con seriedad y no con parches permanentes, como se hizo con el puente de Rande, cuya ampliación ya se inauguró pero las obras siguen".

Salnés y Barro-Meis

Por su parte, Xosé Manuel Fernández Abraldes, alcalde de Barro, califica directamente de "tomadura de pelo" que se repecuta un peaje liberado en las demás tarifas "Para eso no hace falta ningún acuerdo del Consejo de Ministros, lo hace la concesionaria y punto". Aunque admite que pagar 90 céntimos por el tramo Vigo-Redondela es "inconcebible", también subraya que el recorrido entre Pontevedra y Curro "debería ser gratuito hace años", sobre todo desde que se abrió la autovía do Salnés y crece el polígono industrial colindante". Recuerda que el PP ya defendió hace años esa anulación para desahogar la PO-531, "pero después se olvidó del tema" , que permitiría eliminar la actual estación de peaje de Alba, en Pontevedra.

El regidor de Poio, Luciano Sobral va más allá que sus homólogos y defiende la liberación del tramo entre Pontevedra y Vigo y recuerda que "solo se logran estos objetivos con la movilización social constante, como ocurrió en Morrazo". A su juicio "es una burla a la comarca que se cierre la posibilidad de unir Pontevedra con Vigo" y coincide con Lores en que "la AP-9 debe ser rescatada".

Por su parte, el portavoz del PP en Pontevedra, Jacobo Moreira alude a las bonificaciones que ya existen entre Pontevedra y Vigo y emplaza a la comarca a "trabajar en completar el enlace de Vilaboa y lograr que ese tramo hasta la capital sea sin peaje".