El municipio de Pontevedra ha logrado reducir un 5% los envíos de residuos orgánicos a Sogama y con ello la factura basuras gracias al plan de compostaje, un ahorro que se duplica en el caso del Concello de Vilaboa hasta rondar el 10% de bajón en los en los aportes a la planta de Cerceda. Se trata de datos del Plan Revitaliza sobre los municipios que cuentan actualmente con el mayor número de estaciones para realizar tratamiento mediante compostaje, mientras que en otros Ayuntamientos menos adelantados en la implantación del programa estos porcentajes se reducen.

Pontevedra cuenta con contenedores operativos en la Brilat, el campus, Monte Porreiro, Campañó y Príncipe Felipe. El coste de tratar la basura de la ciudad infantil, siempre según datos del Plan Revitaliza, suponía para el Concello 60.000 euros y en la actualidad este complejo es un centro residuo cero en el que todos los orgánicos se tratan en los composteros comunitarios, de modo que solo salen con destino a su reciclaje los envases, papel y vidrio y una pequeña fracción resto.

La Diputación da por cerrado que el grupo de concellos que en este mandato pasará a compostar el 100% de sus residuos orgánicos: con Pontevedra y Vilaboa estarán en este grupo pionero Mondariz, Mondariz Balneario, As Neves y O Grove.

En el año 2020 por imperativo legal al menos el 25% de los residuos tendrán que ser compostados, "globalmente el 50% y no vamos a cumplir los objetivos a menos que vayamos avanzando", explica el vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, que al igual que la presidenta de la institución, Carmela Silva, se reunió ayer con los representantes de los 36 concellos adheridos actualmente al Plan Revitaliza, a fin de dar cuenta de sus respectivos avances y para analizar los primeros datos del programa.

Uno de ellos es que todos los informes oficiales de Ecoembes, la Xunta o el Ministerio de Medio Ambiente apuntan a que los biorresiduos representan entre el 41 y el 42% del total, un porcentaje que se incrementa sensiblemente, hasta rondar el 53%, en la zona de Pontevedra, "nada menos que 10 puntos por encima, con lo cual para diseñar cualquier programa hay que tener en cuenta que parte del sistema puede estar infradimensionado y otra parte sobredimensionada", señala el vicepresidente provincial.

Otros datos resultan de las analíticas a los compostero que se presentaron durante el encuentro. En casi todos los casos el resultado el compost de clase A "todo de calidad excelente y en algún caso de clase B, pero en cualquier cosa de calidad buena", indica la misma fuente. Éste señala que también se han realizado unos 200 estudios cuyos resultados se presentan tanto a la administración central como la autonómica y que prueban que el 87,57% el compost resultó de primera calidad

"Los datos son espectaculares, muy buenos afortunadamente o tendríamos que cambiar" indicó César Mosquera antes de avanzar que hacia el futuro "se plantearon básicamente dos cuestiones a los concellos adheridos: en este momento tenemos 40 personas en el programa de compostaje, vamos a meter 25 más, son 65 y eso desborda los límites de la Diputación; y por otra parte a los concellos hay que darles la oportunidad de que vayan avanzando, eso lo financiaría la Diputación y estuvimos consultando cómo lo veían y cómo ajustarlo".

Nueva línea de ayudas

A fin de mantener este ritmo de avance, en este 2018 la institución provincial abrirá una nueva linea de ayudas con la idea de que los concellos adheridos apliquen el compostaje de forma gradual y por zonas dentro de cada municipio. Las ayudas de la Diputación, que también aportará personal técnico, rondarán el 65% del gasto y los requerimientos para estos concellos serán menores a los de los municipios más adelantados.

Así, tras esos 6 concellos pioneros se abre la puerta a que los restantes pongan en marcha pasos parciales, aplicando el compostaje por barrios, parroquias etc.

Por su parte, los representantes de los concellos plantearon al gobierno provincial básicamente cuestiones técnicas y en general el balance que hicieron fue "espectacular", en palabras de César Mosquera, "y no solo espectacular sino que alguno pidió un aplauso para mi? Creo que el nivel de satisfacción es muy muy elevado, hay antecedentes negativos y ciertos recelos y ver que está funcionando bien y que incluso cuando hay algún tipo de polémica u oposición la base si existe es muy endeble, supone una satisfacción porque todos sabemos que hay que ir por este camino, es inevitable".

Mosquera insistió finalmente en que "hay que ir por este camino... Cuando los concellos ven que las dificultades son muy menores o incluso todo lo contrario hay un índice de satisfacción muy elevado".