La factoría de Elnosa en Lourizán recibió ya en los últimos días los equipos necesarios para poder retomar la producción de hipoclorito, tal y como prevé la compañía. En estos momentos se está procediendo a la instalación de los mismos y se espera que puedan comenzar a producir en breve, tal y como confirmaron fuentes del comité de empresa.

Cabe recordar que la empresa permanece sin producir cloro desde el 11 de diciembre, cuando finalizó el plazo máximo dado por la Unión Europea para continuar con la producción de cloro utilizando la tecnología de mercurio. Precisamente, fue entonces cuando comenzó el proceso de retirada de este material que, según establecía la Autorización Ambiental Integrada aprobada por la Xunta para que los propietarios pudieran reconvertir la fábrica, debería estar finalizado en el plazo de un mes.

El proyecto presentado por la empresa contemplaba la retirada de un total de 72 toneladas de mercurio que ya habrían abandonado la fábrica. Eso no quiere decir que le proceso de desmantelamiento haya finalizado, ni mucho menos. Fuentes del comité explican que el trabajo continúa y hay que recordar que la memoria presentada por la empresa incluía un plan de descontaminación de suelos y aguas subterráneas con la excavación de hasta 3,5 metros de profundidad para limpiar todo el área que pudiera estar afectada por el mercurio.

El desmantelamiento de la fábrica tiene como objetivo proceder a su modernización con el objetivo de retomar la producción de cloro pero utilizando una técnica más moderna y limpia, la tecnología de membranas. Al menos, estos son los planes iniciales del grupo portugués CUF, que pretende invertir 40 millones de euros en reconvertir su fábrica de Pontevedra. Mientras este plan no se completa (no estaría listo hasta 2020), la empresa continuaría produciendo tan solo hipoclorito, en cuyo proceso no es necesario utilizar el mercurio.

No obstante, este proyecto está pendiente de que se reciban todos los permisos oportunos. Uno de ellos era la Autorización Ambiental Integrada de la Xunta, que llegó el 12 de diciembre, pero ahora la empresa está a la espera de conocer si Costas les concede una prórroga de la actual concesión de terrenos de dominio público y que caduca en junio de este año.

Todo este proceso ya ha tenido un importante coste en materia de empleo, con un ERE que afecta a 33 trabajadores (16 que ya cesaron ahora y 17 que lo harán en agosto).