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Pontevedra es la ciudad gallega con mayor número de montes en mano común, con más de 3.000 hectáreas

El suelo forestal en el municipio supera el 60% del territorio total, pero más de la mitad está en manos de propietarios particulares

Comuneros y vecinos analizan en un plano el proyecto del parque forestal de A Fracha. // G. Santos

El municipio de Pontevedra cuenta con más de siete mil hectáreas de suelo forestal, lo que supone el 62% de todo el territorio, pero bastante más de la mitad de esos terrenos (alrededor de 4.000 hectáreas) está en manos de propietarios particulares, mientras que las 19 comunidades de montes constituidas en el municipio gestionan las 3.000 hectáreas restantes.

Pese a ello Pontevedra es la ciudad gallega con mayor número de montes en mano común, según pone de manifiesto el Observatorio Urbano de Pontevedra elaborado para el Concello por la Universidade de Vigo. Este documento subraya que los montes de estas características a orillas del Lérez son 37, mientras que en A Coruña y Santiago no tienen ni una sola comunidad de montes en su territorio. Tras los 37 montes comunales de Pontevedra aparecen los 29 de Lugo y los 23 de Vigo, mientras que en Ourense apenas son nueve y únicamente 3 en Ferrol.

Con respecto a los municipios de su alrededor, el 62% del suelo forestal sitúa a Pontevedra por detrás de Cotobade y Campo Lameiro (77% en cada caso), Barro y A Lama (74%) o Vilaboa (73%). Por encima del 65% de su territorio total están Poio, y Ponte Caldelas. En todos ellos, además, predomina la titularidad comunal frente a la propiedad particular, hasta el punto de que en el conjunto del territorio de estos nueve municipios, el 50% del suelo forestal está mancomunado.

Todas las parroquias

En el municipio de Pontevedra hay cinco comunidad de montes en Bora y una en cada una de las catorce parroquias restantes: Alba, Verducido, Campañó, Canicouva, Cerponzóns, Lérez, Lourizán, Marcón, Mourente, Pontesampaio, Salcedo, San Andrés de Xeve, Santa María de Xeve y Tomeza. Algunas de estas comunidades, como Salcedo y Mourente, han emprendido batallas para defender esos montes o recuperar los arrebatados en su día, con victorias judiciales en todos los casos hasta ahora.

A la vista de esta gran extensión de monte, el Concello puso en marcha hace una década el plan Monte Vivo, que ahora quiere recuperar, así como un plan de parques forestales (están en proyecto los de A Fracha en Marcón, Tomeza y Canicouva) y Monte Tomba en Campañó, y diversas áreas recreativas. Con respecto a este último apartado, el Observatorio Urbano de Pontevedra hace un catálogo de 25 áreas forestales recreativas en la comarca, con diez de ellas en Cotobade.

Otro estudio, "Análisis de los Ingresos de Montes Vecinales en Mano Común de Galicia y su Reinversión" que se presentó al séptimo Congreso Forestal Español, detalla que las comunidades de montes ingresan una media de 44.065 euros anuales, un tercio de los mismos procedentes de ventas de madera, un valor similar debido a actos de disposición tanto voluntarios como forzosos (arrendamientos, expropiaciones etc) y algo menos de un cuarto a subvenciones públicas.

Por lo que respecta a los usos de los montes, en la muestra a partir de la que se realizó el estudio (centrada en las provincias de Pontevedra y A Coruña) prevalecen los vinculados a la actividad forestal (más del 95%), estando arboladas casi el 60% de dicha superficie. Predominan las plantaciones de Pinus pinaster, que representan el 49,10% de la superficie arbolada, y Eucalyptus globulus (un 32,35%). Se trata de un porcentaje superior al de la media gallega, en detrimento de superficies de frondosas caducifolias.

Parques forestales

Al margen del Monte Vivo, el Concello tiene en marcha desde hace meses -y aún sin plasmación real sobre el terreno- os parques de A Fracha y Tomba, que sumarían cerca de 500 hectáreas.

El proyecto de A Fracha ocupa 406 hectáreas (110,72 en Marcón, 36, 88 en Tomeza y 258 en A Canicouva) y establece 26 kilómetros de sendas, con la plantación inicial de unos 6.500 árboles, especialmente robles y castaños. La entrada al parque será por el aparcamiento en Outeiro Navío, donde llegan las vías asfaltadas. Se ubica en Marcón, con acceso rodado desde el polígono de O Campiño, y en ese punto ya existe desde hace años un área de descanso habilitada en su día por los comuneros de la parroquia.

En Campañó se plantea la creación de más de quince kilómetros de sendas peatonales por un ámbito que acumula elementos patrimoniales que se pondrán en valor con una inversión de unos 441.000 euros. En una primera fase tras la tramitación administrativa, se procederá la limpieza y eliminación de especies invasoras y la preparación de las pistas y sendas. La segunda fase será la de plantación. Los comuneros ceden los terrenos por un tiempo inicial de 30 años.

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