El Concello de Pontevedra ha remitido a la Consellería de Infraestruturas un proyecto en el que le solicita poder actuar en el puente de A Barca para dotarlo de la iluminación adecuada, ya que los temporales del pasado invierno dañaron a la mayoría de las lámparas del viaducto. Así lo anunció ayer el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, que informó de que los trabajos costarán al gobierno local unos 3.000 euros.

La actuación del Concello capitalino se suma a la que ya terminó ayer mismo el de Poio, que sustituyó todas las luminarias estropeadas por unas nuevas, así como sus soportes. También en este caso se invirtieron 3.000 euros, tal y como explicó el alcalde poiense, Luciano Sobral.

De este modo, de llevarse a cabo el anuncio de Lores, serán 6.000 euros los que ambos concellos invertirán en conjunto en el puente, por cierto, de titularidad autonómica. Lo han hecho dividiéndose el viaducto a la mitad y a la altura del río Lérez, tal y como se reparte el consumo de energía eléctrica en base a dos contadores municipales diferentes, explica Sobral.

Los dos ayuntamientos decidieron actuar en A Barca tras las numerosas quejas por la falta de luz por parte de los vecinos, que ya venían protestando por el estado del puente, al que faltan varias planchas de su cubierta, que salieron volando con los temporales de 2017. La continuidad de la situación y la falta de un anuncio concreto por parte de la Xunta de la fecha en 2018 en la que se llevarán a cabo los trabajos de rehabilitación del puente provocó cierta tensión entre administraciones, ya que mientras la Consellería sostiene que la iluminación es cosa de los ayuntamientos, estos le recuerdan que esta infraestructura es de titularidad autonómica.

"Nosotros procedimos a cambiar las bombillas cuya instalación estaba bien, que fueron seis. Pero el resto se presentó a través de un proyecto que requiere nueva instalación y portalámparas. Se le pidió a la Xunta autorización, por la que estamos esperando, para hacerlo provisionalmente mientras ellos no hacen la obra. Si se va a hacer una modificación de toda la infraestructura llevará una instalación eléctrica. Es una inversión provisional de 3.000 euros", explicó Lores.

En cualquier caso, apostó por el diálogo con la Xunta. "Me gustaría que hubiera otro tipo de trato entre administraciones", consideró el alcalde pontevedrés.

"De lo que se trata es de que la gente que pasa el puente de A Barca, mientras no se modifica la estructura ni el ancho de las aceras, lo haga con cierta seguridad", subrayó.

Nueva ubicación

La empresa privada contratada por el Concello de Poio terminó ayer de sustituir las luminarias estropeadas, aunque la previsión era de que el trabajo estuviese listo el lunes. Los operarios procedieron a colocar las nuevas en el medio del techo de la marquesina, para iluminar el tránsito peatonal y evitar actos de vandalismo. Se actuó en la mitad del puente, la más próxima al término municipal.