Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Balance del año en el sector del mar · Un buen resultado de las subastas

Las lonjas de la ría certifican su recuperación al rebasar los 11 millones facturados en 2017

Campelo, Portonovo, Marín y Pontevedra alcanzaron el pasado año su récord de mercancía vendida con cerca de 7.800 toneladas, un 73% más que en 2016 - Las subastas en Poio encabezan la actividad en la comarca

Retirada de algas en los bancos de Placeres. // Rafa Vázquez

Las cuatro lonjas de la ría en la comarca, Campelo en Poio, Portonovo en Sanxenxo, Marín, y la del Mercado de Pontevedra, acaban de cerrar el año 2017 con evidentes síntomas de recuperación tanto en movimiento económico como en venta de pescados y mariscos. Los datos provisionales del portal pescadegalicia de la Consellería do Mar pone de manifiesto que el pasado año la actividad en estas cuatro subastas permitió facturar más de 11 millones de euros, una barrera que en la última década solo se había superado en 2011 y en 2014. Desde ese último ejercicio, los ingresos fueron en constante descenso hasta que comenzaron a crecer de nuevo en 2015, hasta llegar a las cifras de récord del pasado año.

Con 11,1 millones de euros facturados se registra un aumento del 17% con respecto a 2016 (cuando los ingresos rondaron los 9,4 millones de euros) y las cuatro rulas alcanzan su mejor balance de los últimos cinco años. Pero la principal muestra del aumento de actividad se observa en las cifras de mercancías movidas, al superarse por vez primera las 7.700 toneladas en solo un año, lo que supone un aumento de más del 73% con respecto a las 4.450 toneladas del ejercicio anterior. Hasta ahora, el tope de la década se produjo en 2008, con algo menos de 5.500 toneladas. Si se añaden a estas cifras las que arrojan las lonjas de Aldán y Bueu, el nivel de facturación se dispara hasta los 15,2 millones de euros y las toneladas rondarían las nueve mil.

Campelo, a la cabeza

Todas las instalaciones, salvo Marín, presentaron el pasado año mejor comportamiento que en 2016, pero la lonja que encabeza esta certificación de la mejoría progresiva en la ría es la de Campelo, donde se concentra buena parte de la comercialización de los bivalvos que se extraen de los bancos marisqueros de la ría. Esta subasta se ha visto además favorecida por la reapertura, tras vente años de cierre, de los bancos de Placeres, y por la casi nula presencia de la toxina durante todo el año. De este modo, la rula de Poio cerró 2017 con una facturación provisional de 5.070.000 euros, muy por encima de los 3,8 millones del ejercicio anterior y cerca de los datos de 2012, cuando se facturaron 5.2 millones.

Además, se constata una mejoría en los precios del marisco vendido, ya que en 2012 se llegó a aquella facturación con más de 730.000 kilos de producto y en 2017 el movimiento de mercancías fue de algo menos de 540.000.

En este balance de Campelo, la reina de la lonja fue sin duda la almeja japónica, que supuso el 65% de todos los ingresos registrados en esas instalaciones. Se movieron más de 415.000 kilos de esta especie, con una valoración de casi 3,3 millones de euros, con un precio medio de unos ocho euros por kilo y picos de doce euros. La almeja babosa supuso 56.600 kilos y un movimiento económico de 883.000 euros, mientras que la fina supuso unos ingresos de 510.000 euros con unos 17.000 kilos.

El berberecho, antaño una de las principales fuentes de actividad, quedó relegado hace unos años por una enfermedad que afectó a esta especie y ahora apenas supone unos 81.000 euros y 13.600 kilos. Unos 17.200 kilos de navaja pasaron por esta subasta con unos ingresos de 158.000 euros. Al margen de los bivalvos, destacan los 63.000 euros ingresados con la venta de choco.

Tras Campelo se sitúa la lonja de Portonovo, con 2,9 millones de euros facturados y en donde se produjo un aumento espectacular en cuanto a mercancía movida, ya que los datos provisionales de pescadegalicia arrojan unos resultados de casi 5.900 toneladas, especialmente de pescado. Esta cifra supone un aumento de más del doble con respecto a 2016 y nunca se había alcanzado ese límite en toda la década.

4,4 toneladas en Portonovo

En el caso de Portonovo, la variedad de especies es muy amplia (con al menos sesenta tipos de pescados y mariscos) pero hay una que domina con cierta claridad sobre las demás. Se trata de la xarda pintada, con unos ingresos de casi 1,3 millones de euros (el 44% del total) y más de 4,4 toneladas. También destaca el jurel, con 920.000 kilos y más de 440.000 euros facturados, y la navaja, con unos 380.000 de ingresos por la venta de algo más de 40.000 kilos, es decir, a una media de casi diez euros por kilo. Por esta subasta, que fue objeto de una completa modernización hace unos años y se convierte cada verano en un importante foco turístico, pasaron el pasado año 131.000 kilos de sardina, valorados en 185.000 euros aproximadamente.

Por su parte, la lonja del Mercado de Pontevedra es, con diferencia, la de menor actividad de toda la ría con apenas 18.000 kilos movidos en todo el año. Caracterizada por una pérdida de movimiento desde hace años, sí logró en 2017 mejorar ligeramente sus resultados y llegar a los 264.000 euros, veinte mil más que en el ejercicio anterior. En todo caso, es la mitad del medio millón de euros que movía hace una década. Además, esta subasta concentra buena parte de sus ventas en el camarón y la nécora, que suman más del 90% de los ingresos anuales. El camarón supuso en 2017 unos 158.000 euros y la nécora poco más de 88.000, con 16.000 kilos entre ambas especies.

La única rula que rompe esta tendencia de mejoría en la ría es la de Marín. Según los datos provisionales de la Consellería de Mar, el pasado año se facturaron 2,8 millones de euros por la venta de 1,3 toneladas de mercancía, frente a los 3,2 millones del ejercicio anterior y muy lejos de los 5,3 de hace una década. En esta lonja la variedad es muy amplia (cerca de noventa distintas) si bien destaca el rapante, que supuso unos ingresos próximos al medio millón de euros (el 17% del total) mientras que la xuliana superó los 330.000 euros, el 12% de la facturación global de esta lonja. En todo caso, fue la xarda la especie con mayor número de kilos subastados, con 181.000, con unos ingresos de unos 120.000 euros.

Compartir el artículo

stats