Las obras de la Casa do Pobo de Regodobargo afrontan la recta final y, en pocos días, dotarán a este lugar de un local donde los vecinos podrán celebrar sus actividades y reforzar la convivencia. El gobierno local de Ponte Caldelas (PSdeG-PSOE, AVP y BNG) cumple así con los compromisos adquiridos y de la satisfacción a una vieja reclamación popular.

El alcalde, Andrés Díaz, junto con los concejales Alfonso Gutiérrez y Lito Muíños, visitó las obras y comprobó que, a falta de los últimos retoques, todo está ya listo para comenzar a gozar de este nuevo equipamiento. La Casa do Pobo era una de las peticiones realizadas por la población de Regodobargo en las asambleas populares abiertas celebradas al comienzo del mandato.

Los vecinos del lugar disponen ahora de un lugar para reuniones, actividades culturales, comidas populares y todo tipo de actividades. Más aún cuando el edificio está situado en una amplia explanada, con facilidades de aparcamiento.

Las obras, financiadas con cargo al Plan Concellos de la Diputación, contaron con un presupuesto superior a los 33.000 euros y partieron de la necesidad de dar utilidad al palco que, a pesar de un reciente acondicionamiento, carecía de un aprovechamiento adecuado.

La nueva Casa do Pobo incluye también una pequeña cocina y un aseo, por lo que se incrementa su funcionalidad justo a tiempo para la celebración de las distintas actividades del año, entre las que destaca la celebración de la Festa da Troita por las parroquias, prevista para el mes de mayo. La nueva Casa do Pobo tiene una superficie de 76 metros cuadrados.