Nunca unas bombillas dieron tanto de que hablar. Las del puente de A Barca, la mayoría sin funcionamiento desde hace más de un año, con los temporales del pasado invierno, traen de cabeza a los vecinos, que reclaman que se dote al viaducto de la iluminación necesaria para garantizar su seguridad y facilitar la circulación peatonal. El debate ha llevado a que la Consellería de Infrestruturas enviase sendas cartas a los alcaldes de Pontevedra y Poio, municipios unidos por el puente, instándoles a que repongan las luminarias dañadas. Ambos regidores aseguraron ayer mismo, cuando recibieron las misivas, que responderán a la Xunta, aunque recalcan que no hay ningún escrito que les obligue a este mantenimiento y que, en cualquier caso, si lo llevan a cabo es por el interés ciudadano.

Operarios de la brigada de electricistas del Concello de Poio trabajaron ayer a media mañana en el puente de A Barca, donde procedieron a sustituir bombillas dañadas por el paso del tiempo o por los temporales del invierno pasado. El alcalde del municipio, Luciano Sobral, explica de que no es algo novedoso y que, con asiduidad, el gobierno local asume esta responsabilidad, aunque recalca que la lleva a cabo de buena fe y por los vecinos.

"Se estuvieron reponiendo algunas y reparando otras. Hay muchas en mal estado y el tendido en general se encuentra muy dañado. Estamos tratando de cambiar las que se pueden pero es algo que hemos hecho hasta ahora, asumiendo el mantenimiento aunque la vía es de titularidad autonómica", aclara.

En este sentido, añade que "no tendría sentido asumir más inversiones si se va a desmontar la actual estructura, que es la que soporta la iluminación", en referencia a las obras sobre la cubierta del puente que la Xunta de Galicia anunció que se realizarán de forma "inminente" y "en cuanto mejore el tiempo".

En cualquier caso, subraya que no existe ningún documento escrito que obligue a ambos concellos a asumir esta labor y que si lo hacen es por voluntad propia.

"Cuestiones sin discusión"

En este punto coincide por completo con el alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que ayer recordó que "hay ciertas cuestiones que no tienen discusión".

"Nosotros estamos, por norma, pagando el consumo de toda la iluminación que tiene que ver con la ciudad y lo hacemos con normalidad, pero lo que no hacemos en cambiar luminarias. Si se hace una carretera, de la Xunta o de quien sea, nosotros conectamos el alumbrado público y ya está, eso depende de la Administración competente", manifestó al ser preguntado por esta cuestión.

Además, añadió que "el debate trascendente es si se va a arreglar el puente de A Barca y si se va a arreglar esa estructura que está volando". "Eso es lo importante, que urge mejorar la seguridad. Yo no me voy a poner a cambiar bombillas cuando dicen que van a iniciar las obras prácticamente. Eso no tiene mucho sentido. Si fuera necesario, vamos a ver el escrito con calma y le contestaremos. Nosotros estamos para resolver cosas", dijo rotundo.

Su homólogo en Poio también lamentó el estado del viaducto, al que faltan varias planchas de uralita en la cubierta y cuyo firme está visiblemente deteriorado, lo que dificulta todavía más el paso peatonal de noche y sin luz.

"El puente está mal desde hace mucho tiempo, no desde ahora. Parece que a la Xunta solo le empezó a preocupar desde que el Concello de Pontevedra y los Bomberos alertaron de su estado", señaló Luciano Sobral.

Por el puente circula la PO-531, por lo que es titularidad de Infraestruturas. Esta anunció que invertirá en las obras de reforma 1,22 millones de euros, en labores de rehabilitación y conservación de la estructura propia del puente para prolongar su vida útil y sustitución completa de la marquesina existente por una nueva.