El Concello de Poio frena en seco el proyecto de humanización de A Caeira. La primera fase, consistente en la mejora de las calles Pernas Peña, Mato Calderón y Praza Riestra, no se ejecutará por el momento pese a que contaba con asignación presupuestaria y su financiación estaba aprobada en el pleno.

La falta de acuerdo con la mayoría de los vecinos de la zona (al menos los presentes en las asambleas de la Casa Rosada) ha hecho que el ejecutivo municipal reconsidere el proyecto y lo paralice.

El Concello propuso primero un plan en el que se eliminaba un carril de circulación en las citadas calles para ganar ancho en ambas aceras. De este modo, el sentido iría de forma ascendente y los residentes deberían ir hasta el polígono de O Vao o bien hasta la rotonda de Andurique para acceder a Pontevedra, a la PO-308 o la PO-531. Esta medida fue criticada por los vecinos, ya que consideraban que perderían mucho más tiempo y los atascos de A Barca se trasladarían a las otras dos salidas.

Posteriormente, en la última reunión con los vecinos, el ejecutivo municipal llevó a coalición el mismo plan con una reformulación: mantener el doble sentido de circulación desde la subida de la rotonda hasta el cruce del casino y cambiar el sentido de la calle Río Lérez para que los residentes pudieran descender por ella hacia A Barca.

Esta variación tampoco convenció a los vecinos, que ya habían iniciado una campaña de recogida de firmas para que se mantuviese el doble carril de circulación durante en toda A Caeira. La oficiosa "plataforma de afectados" entregó en el registro de la Casa Consistorial un millar de firmas, que se unieron a las más de 600 recogidas por internet a través de la plataforma change.org.

Tras el nuevo rechazo, el gobierno local volvió a la zona para estudiar nuevas fórmulas. Pero desechó la posibilidad de mantener el doble carril y construir acera ancha solo por un margen, dejando el otro iluminado con luces. "Es demasiado peligroso para los peatones", señala el portavoz del BNG, Xulio Barreiro.

Asimismo, el edil destaca que la carretera debe mantener siempre el mismo ancho y jugar con la amplitud de las aceras "no es posible, ya que no se cumplirían los criterios de accesibilidad y movilidad".

De este modo, Barreiro recalca que "es evidente que estas calles necesitan adaptarse a cuestiones de movilidad", pero también señala que, ante la negativa vecinal, "ahora mismo no es una prioridad actuar". "La financiación aprobada se puede invertir en otras cuestiones. Por proyectos no será", admite el concejal de Facenda.

Intervención en O Vao

Esta paralización del plan de humanización de A Barca no significa que el Concello haya dejado de lado la zona. De hecho, en la Casa Consistorial se siguen estudiando diferentes alternativas de tráfico para mejorar el acceso a Pontevedra.

El ejecutivo local entiende que el vial de O Vao, proyectado por la Xunta hace años pero en suspenso, sería la gran solución para diversificar el tráfico de entrada a Poio y Pontevedra por el Acceso Norte y descongestionar A Barca. Sin embargo, este plan no tiene visos de convertirse en una realidad a medio plazo, por lo que el Concello busca alternativas a su alcance.

Una de ellas sería establecer un recorrido paralelo al citado vial. Por ello, el ejecutivo municipal estudia la opción de intervenir en el Camiño de O Vao de Abaixo. Éste es un pequeño vial que une la PO-531 a través de una entrada donde se ubica la Cerrajería Tobío con la rotonda que dirige a Boavista.

La pista, de algo más de 200 metros, se encuentra a día de hoy mal asfaltada y aunque es de doble sentido, apenas cabe un coche, ya que en muchos puntos el ancho es de escasos dos metros. La idea que está encima de la mesa consiste en ampliarla y establecer el sentido único descendente para acceder directamente a la PO-531. Si se ejecutase, también se estudiaría incluir una mejor entrada a la carretera que da al nudo de bomberos, incluso con un carril de incorporación.